Venga, vamos con la última antes de las elecciones, que ya vale. Sí, sí, que usted querido lector pensaba que este momento no iba a llegar, pero las campañas también terminan, aunque a veces parezca mentira. Ni puñetera gana de decirle ni qué tiene que hacer ni que voy a hacer yo. Cada cual con lo suyo. Un servidor, si me lo permite, sólo le va a hacer una petición. Si va a acudir al colegio electoral o no, es una decisión suya, propia, personal. Lo único, por favor, piénselo. Y haga lo que haga, que sea por una razón, por lo menos una. Si acude a votar, lo haga por un partido u otro, se decante por dejar los sobres vacíos o convertir sus votos en intencionadamente nulos, lo mismo. No hay que dedicarle mucho tiempo, pero por lo menos vamos a ser conscientes de lo que hacemos. No sirve de nada estar dentro de un año quejándose en la barra de un bar. No tome una decisión porque siempre ha hecho lo mismo. No se deje llevar. No se engañe. Su experiencia es lo mejor que tiene. No se mienta. Sabe a la perfección -y si no, ya está tardando- qué significa la Ley D’Hondt, para qué sirve -espere, que me entra la risa- el Senado, cómo se las gastan los diferentes partidos que hasta ahora han gobernado o apoyado presupuestos... Piénselo, por favor. Usted puede.
- Multimedia
- Servicios
- Participación