las declaraciones realizadas por el extesorero del PP Luis Bárcenas a su salida de la cárcel destacando el conocimiento que Mariano Rajoy tenía “desde el principio” de la contabilidad B del partido, así como el cobro de sobresueldos por el ahora presidente del Gobierno desde que fuera designado, en junio de 1990, secretario del área de acción electoral en la sede de Génova no aportan novedad sustancial a lo que tanto la opinión pública como la autoridad judicial conocen del caso. Sin embargo, la reiteración de Bárcenas en afirmar lo que ya señaló ante el juez Pablo Ruz en su declaración de julio de 2013 sí ataca la ya dañada credibilidad de Rajoy y pone en jaque la estabilidad de su Gobierno ante la posibilidad de que dichas acusaciones se mantengan -o se extiendan- por Bárcenas hasta que finalice el periplo judicial -durante los próximos procesos electorales- e incluso en la próxima legislatura. Rajoy y el PP se han encastillado en negar lo que extesorero del PP ha declarado en sede judicial, aun a riesgo de salir perjudicado penalmente, sobre la existencia de una contabilidad paralela en el seno del PP y el cobro de sobresueldos. La existencia de la caja B del PP ha sido admitida tanto por el juez como por el fiscal e incluso por la abogado del Estado. Y entre las anotaciones de esa contabilidad se incluían hasta 35 asientos de cantidades abonadas al propio Mariano Rajoy, que en el caso de otros líderes del PP como el alavés Santiago Abascal, Pío García Escudero, Jaume Matas o Jaime Ignacio del Burgo sí han coincidido exactamente con cantidades que ellos mismos han admitido públicamente haber percibido. Sin olvidar que Bárcenas, cualquiera que fuese su intención, declaró ante Ruz haber abonado 25.000 euros en billetes de 500 tanto al propio Rajoy como a la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, en marzo de 2010. Y si cualquiera de esas afirmaciones o documentaciones aportadas ante el juez por quien ha llevado las finanzas del PP resulta confirmada de algún modo, la carrera de Rajoy se verá sesgada de raíz por aquella declaración que realizó en la criticada rueda de prensa sin preguntas a través de una televisión de plasma el 2 de febrero de 2013: “Es falso. Nunca, repito, nunca he recibido ni he repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna parte”.