bridget Jones se hizo famosa con un diario que cada año estrenaba con firmes propósitos para reducir su consumo de tabaco y alcohol o su peso, para acabar con su soltería o para huir de tipos fóbicos al compromiso o gilipollas emocionales con los que, sin embargo, soñaba. A cabo de doce meses, volvía a beberse otra Nochevieja repitiéndose los mismos propósitos incumplidos, aunque cada año algo había cambiado en su vida, en un sentido u otro. El año European Green Capital de Gasteiz ha estado envuelto en celofán, aderezado con saraos haciendo la pelota a los patrocinadores, proclamas sobre un nuevo ciclo para la ciudad o monsergas de este estilo. Es verdad. Pero también hemos descubierto que, con pequeños hábitos, podemos contribuir a que nuestra ciudad y nuestra vida sea algo más amable. Hace ahora un año, DNA arrancaba su campaña 12egitasmo/12 propósitos para 2012 con una docena de propuestas para reducir nuestro consumo energético, de agua y de suelo o sobre nuestra forma de movernos por la ciudad que van a acompañarnos en el calendario que les obsequiamos anteayer. Y ahora es tiempo para un decimotercer propósito: que nos volvamos a hacer los mismos propósitos -quizás incumplidos-, pero que durante el año green algo haya cambiado en nuestras vidas, en nuestra forma de relacionarnos con la ciudad y con nuestros vecinos, que esa empatía también es ecosistema. Que, como Bridget, soñemos y seamos algo más felices y que hoy volvamos a bebernos la Nochevieja. Urte berde on! Urte berri on!