HISTÓRICAMENTE hemos tenido una visión asistencial y benéfica del Estado del Bienestar debido a su tardío desarrollo durante la dictadura y al neoliberalismo imperante durante los últimos quince años. Los números reflejan esta triste realidad y baste como prueba la definición que da la RAE sobre el Estado del Bienestar, afirmando que es "la organización del Estado en la que éste tiende a procurar una mejor redistribución de la renta y mayores prestaciones sociales para los más desfavorecidos". Pero queda meridianamente claro que sólo se encarga de la concesión de prestaciones asistenciales a las personas menos favorecidas, una expresión típica de la cultura conservadora imperante y una visión decimonónica de la intervención social.
Una de las definiciones posibles de este sistema sería que son todas las intervenciones del Estado encaminadas a lograr el bienestar de la ciudadanía, pongamos por caso la instalación de vuelos de bajo coste. Pero cuando hablamos de Estado del Bienestar, entendemos que éste sólo atañe a las acciones encaminadas a lograr el bienestar social y la calidad de vida de la población, destacando los siguientes aspectos:
Transferencias de renta y de fondos entre las diferentes clases sociales a través de los mecanismos tributarios y de la seguridad social. Un buen ejemplo lo constituyen las pensiones, sin las cuales el 57% de la población anciana de este país sería pobre.
Suministro de servicios públicos entre los que se encuentran la sanidad, la educación gratuita, la vivienda, la atención a las familias (entre la que se hallan la atención a los discapacitados y las guarderías) o la prevención ante la exclusión.
Normas y sanciones para proteger a los ciudadanos -como asalariados o consumidores- o al Medio Ambiente. Pero esto puede toparse con la existencia de una legislación muy avanzada, aunque con una administración incapaz de llevarla a la práctica por falta de recursos.
Creación de empleo seguro y de calidad, correspondiendo al sector público la creación de las condiciones idóneas para la contratación privada de calidad. Incluso en algunos países se considera responsabilidad del Estado la creación de empleo a través del sector público, como han hecho en la última década Suecia o Gran Bretaña.
Reducción de las desigualdades a través de impuestos progresivos en función del nivel de ingresos, y es que este es un factor esencial, ya que la esperanza de vida se encuentra ligada al nivel de retribuciones, por lo que una persona burguesa vivirá siete años más que una de clase trabajadora.
Es por esto que los ciudadanos/as deberíamos ser más críticos con los recortes sociales que está llevando a cabo el Gobierno de Zapatero con el respaldo de la derecha. Puesto que el Estado de Bienestar es un mecanismo esencial para la creación de empleo y el crecimiento económico, la pregunta es ¿nos daremos cuenta o seguiremos durmiendo?
Guillermo Samames