A veces me pregunto si dormirá tranquilo Patxi López apoyando los recortes sociales por los que tantas personas han luchado a base de reivindicación, exilio, cárcel y muerte de obreros y dirigentes políticos y sindicales. Le recuerdo que somos herederos de la lucha de quienes nos precedieron y debemos conservar el patrimonio social que nos legaron. Ni un solo paso atrás.

Entiendo que quien gobierna debe activar los mecanismos necesarios para que no nos sean arrancados derechos conseguidos, pero el lehendakari López nos entretiene con polémicas y confusiones mezclando el euskera con la violencia o incorporando al Consejo del Euskera a personas como Jon Juaristi (claro, arrepentidos los quiere Dios).

Y con todo ello se percibe una gestión llena de arbitrariedad e incoherencia que nos lleva a pensar que su gobierno es un totum revolutum. El cambio por el cambio sin más, sin ideales políticos arraigados y sin proyecto, sólo es humo.

Y parafraseando a un dirigente del partido con el que comparte su mandato, le diríamos "aplíquese, señor López, aplíquese" porque ha sacado cero patatero este curso, según los resultados de las encuestas y el Euskobarómetro.