tal y como pueden leer hoy en estas mismas páginas, no es lo mismo conocimiento que uso. Al euskera me refiero. Una gran mayoría de niños y jóvenes alaveses lo leen y escriben con soltura, pero cuando salen de la ikastola se manejan en castellano. La cosa no va tan mal como se oye, sobre todo si tenemos en cuenta que hace apenas veinte años el euskera sólo lo dominaba un pírrico 18% de los menores alaveses. Hoy son más del 70%. Y sin embargo sigue sin utilizarse como lengua habitual. Yo creo que la responsabilidad es nuestra, o sea de los padres. ¿Cómo se van a expresar los chavales en casa o en la calle si la mayoría -aplastante calculo- de nosotros no entendemos mucho más allá del bai, ez y eskerrik asko? En mi caso, algo de euskera ya me intentaron enseñar en el colegio, pero eran otros tiempos. Si me aplicaba, que tampoco me lo exigieron nunca, a lo máximo que podía aspirar era a conocer esa lengua como el inglés. O sea, nothing. O tus padres se gastaban el dinero para que aprendieras idiomas en academias o en el extranjero o no te enterabas de nada. Y, francamente, primaba lo anglosajón. Me temo que el uso del euskera en Vitoria y la mayoría de Álava no podrá generalizarse hasta que los niños de ahora tengan sus propios hijos y puedan comunicarse todos en el mismo idioma. Si es que para entonces no lo han olvidado de tanto hablar castellano con nosotros, claro. No queda otra que esperar a que nos vayamos muriendo. Y va para largo. Hay que seguir perseverando, pero con paciencia.