Cinco miembros de organizaciones de Derechos Humanos del Sáhara Occidental llevan a cabo una huelga de hambre en la cárcel de Salé, cerca de Rabat, desde el pasado 18 de marzo. Ahmed Alansari, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Rachid Sghir y Ali Salem Tamek protestan de por su situación: desde octubre de 2009 se encuentran detenidos y acusados de socavar la seguridad de Marruecos.

Fueron arrestados al llegar a Marruecos tras visitar los campos de refugiados en Argelia administrados por el Frente Polisario, que reclama la independencia del Sáhara Occidental. Aunque todos son civiles, han sido remitidos para ser juzgados por el Tribunal Militar. Si fueran considerados culpables, podrían ser condenados a muerte. Sin embargo, seis meses después de su detención todavía no se ha fijado una fecha para el juicio.

Considero fundamental el trabajo que llevan a cabo las personas que trabajan en defensa de los Derechos Humanos y me preocupa que en muchos países sufran hostigamiento y persecución, tal y como denuncia Amnistía Internacional.

De acuerdo con lo que establecen la Declaración Universal de los Derechos Humanos y numerosas instituciones y tratados internacionales, la libertad de expresión debería ser un principio respetado en todo el mundo. Las personas que trabajan en su favor merecen toda nuestra admiración y apoyo.