Dice Juan Zubillaga en relación a estos primeros meses de gobierno socialista (revista Hika de diciembre) que es más responsabilidad del PSOE que del PSE su poco éxito a la hora de aplicar políticas activas de empleo. De la misma forma podría decirse que tampoco es responsabilidad de Basagoiti el rechazo del PP al blindaje del Concierto Económico, o que la detención de Otegi, Díez Usabiaga y compañía es responsabilidad del juez que la ordenó y de los policías que la llevaron adelante, a los que Arnaldo, haciendo gala de su buen humor, debió recibirles en la sede de LAB preguntándoles a ver si venían a afiliarse.
Asegura también que toda negociación sindical lo es con el enemigo de clase y, efectivamente, el propio Patxi López propuso negociar ante la convocatoria de huelga general de la llamada mayoría sindical (ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE, HIRU) recibiendo calabazas. Y es que difícilmente se negocia "con el enemigo de clase" y se sale a la huelga al mismo tiempo. A la huelga se sale cuando no hay negociación posible y es, desde luego, bastante sospechoso tanto empeño en negociar a última hora, cuando la convocatoria de huelga ya está en marcha y todas las energías están centradas precisamente en organizarla y hacer de la misma un éxito.
Se queja Zubillaga de que no se le reconozca a Patxi López como lehendakari, citando a continuación la sentencia de Estrasburgo para justificar la ausencia de Batasuna en las elecciones y defender la limpieza de las mismas.
Y con España pasa lo mismo que con el lehendakari; es decir, puede que tenga a su favor toda la legalidad y el reconocimiento del mundo y, sin embargo, ello no puede evitar que a una sensible mayoría se nos atragante.
Quizá todo ello no sea más que una muestra de la falta de normalidad que tanto añora Zubillaga, pero muchos son los interrogantes que se plantean, ante lo cual solo cabe concluir que la respuesta flota en el viento.