En 1979 el grupo británico The Buggles lanzo la canción Video Killed The Radio Star (El video mató a la estrella de la radio). Han pasado muchos años y las emisoras de radio han cambiado, evolucionado y han sabido buscarse un hueco donde poder sobrevivir. Han sabido adoptar los nuevos hábitos de consumo y la revolución que supone internet. Podemos escuchar cualquier emisora del mundo, podemos oír el programa de nuestro locutor favorito dónde y cuando queramos, y todo gracias al smartphone. Sin embargo, el tótem de la televisión lleva años cuesta abajo. Las nuevas generaciones no entiende que seamos capaces de esperar a las 15:00 para ver un informativo en directo. Hace horas que se han informado a través de las redes sociales, han visto los vídeos por YouTube y se han mandado mensajes a través de su teléfono móvil donde han establecido un debate y confirmado las noticias que están viendo. A la televisión le ha salido un fuerte competidor y todo apunta a que esta vez sí que va a acabar con la forma de ver la televisión, las plataformas de video streaming.

Desde que aparece Netflix, HBO, Amazon Prime o Disney +, solo por citar alguna de las más de 140 plataformas que existe en todo el mundo, la piratería de series y películas ha descendido de forma drástica. Lo habíamos dicho hace años: si una plataforma era capaz de ofrecer servicios de calidad a un precio razonable, los consumidores no iban a pasar por el tormento que supone descargar una película a través de internet. Poco a poco el catálogo de estos sistemas ofrece miles y miles de títulos con lo que en algún momento podremos tener a nuestra disposición cualquier película que se haya realizado en el mundo del cine comercial. Lo mismo que nadie se ha podido leer todos los libros publicados hasta la fecha, pero estamos encantados de las bibliotecas que nos dan esa opción, nadie tiene que suscribirse a una de estas plataformas para estar encerrado en casa y ver series durante 24 horas al día. El todo gratis ha dado paso a los servicios de suscripción con unos precios que para mi son más que razonables con respecto a la oferta que plantean.

Es todo muy nuevo. Netflix potenció la posibilidad de contratar un servicio con cinco cuentas que permitían a un grupo de amigos o familiares disponer de este sistema pagando entre todos los gastos de suscripción. Ahora ha cortado esta fórmula ante los abusos que se estaban produciendo y seguramente iremos evolucionando a una serie de planes de consumo en función de nuestros gustos y las herramientas que utilicemos para visualizar (teléfono, tablet, televisión, ordenador,…). Las bajas que ha tenido después de aplicarse el nuevo sistema han sido mínimas. Lo que no me acaba de convencer es volver al modelo de negocio de obtener ingresos a través de la publicidad, pero creo que no nos va a quedar otro remedio. La publicidad segmentada, aquella que permite poner un anuncio diferente en nuestros dispositivos en función de si somos hombres o mujeres, de nuestra edad o de miles de variables, está revolucionando la forma de vender. Estas plataformas conocen nuestros gustos a través de lo que vemos, tienen millones de datos y sus sistemas de inteligencia artificial conocen mejor a nuestros hijos que nosotros mismos. Sus propias productoras sacan series y películas en función de estos datos sobre nuestros gustos. Si ellos pueden hacer negocio gracias a esa información, ¿por qué no les vendemos nosotros esos datos? 

@juandelaherran