“Queríamos ir un poco más lejos y atrevernos a dar un paso adelante”, explica Gatibu a este periódico sobre su nuevo disco, un EP de siete canciones titulado EH Distopikala, el más exótico de su carrera y que mañana estará disponible en las plataformas de escucha aunque no se podrá adquirir en formato físico hasta la Azoka de Durango. El álbum, grabado en Cataluña y con invitados como Juantxo Skalari y secciones de percusiones y metales, combina ironía y ritmos exóticos y coloristas con letras contra “el puto apocalipsis” social y climático.

Gatibu se han abonado al zazpi, ya que sus últimos trabajos discográficos –Musikak salbatuko gaitu, Azken indioak, Aske maite, aske bizi, Euritan dantzan y Zazpi kantoietan– contienen todos siete canciones, un formato en el que el ahora trío formado por el cantante Alex Sardui, el batería Gaizka Salazar y el guitarrista, teclista y arreglista Haimar Arejita, dice sentirse cómodo. “Mikel Caballero dejó el grupo en mayo de 2021 porque estaba cansado. Fue decisión suya y no hubo malas hostias”, explica Sardui. Su lugar lo ocupa Ekain Alzola, que se estrena en disco con la banda. “Es un músico joven que procede de Musikene, pero tiene ya mucha experiencia y ha dejado unos bajos buenísimos en el álbum”, explica el batería, Gaizka Salazar.

El trío, que viene de vivir algunos de los conciertos más multitudinarios de su carrera, incluido el de San Mamés teloneando a Fito y Fitipaldis, ha grabado EH Distopikala en Girona, en el Alto Ampurdán, en los estudios Music Land, donde han trabajado también músicos y grupos como Shakira, Mariah Carey, Fito, Jarabe de Palo, El Último de la Fila Amparanoia o Zahara, bajo la producción de Emili Bosch. “Grabamos en dos tandas, unos días en verano y luego regresamos después, en septiembre, para completarlo. Es un estudio clásico y muy potente, y Bosch nos ayudó mucho. Trabajamos con todos los medios y mucha tranquilidad”, según Arejita.

EH Distopikala es el disco más bailable y exótico de la carrera de Gatibu, en el que se abren a las músicas del mundo, “siempre manteniendo nuestra impronta y sello particular” ligado al rock, según el trío. Es un disco de “música alegre y bailable” que incorpora “nuevas sonoridades” que han convertido su repertorio en “el más bailable” de los vizcaínos. A leves ritmos electrónicos, se le suman marcados ritmos funk en temas como Bizkikleta hartu eta banoie y Maite zaitut baina ez zaituz behar; arreglos caribeños y reggae en el caso de Danok dekogu, y aires africanos en la preciosista Zure bazterrak, que cierra el disco.

Atrevimiento

“No es que nuestros gustos hayan cambiado, ya que siguen siendo los mismos, pero sí hemos querido ir un poco más lejos y atrevernos a dar un paso adelante. ¿Nos apetece incluir vientos? Pues adelante, sin miedo”, indicó Arejita. “El productor nos decía que el disco es como una película en la que se pueden incluir todas las fantasías que se nos ocurran. Luego, ya se verá como defender ese sonido en directo”, apostilló.

La sección de vientos y metales integrada por Albert Costa, Marina Feliú y Genis Bou, y las percusiones de Marc Clos y Elisenda Fábregas, esta última integrante de Balcan Paradise Orchestra, redondean el sonido del trío y del nuevo bajista, principalmente en los temas más bailables y funk. “Es un disco alegre, bailable, colorista y enriquecido por ritmos caribeños y africanos, como se advierte desde la portada. Aunque hay rock con nuestro sello, siempre abierto y heterodoxo”, según Arejita, “es un disco tropical y limpio, sin baterías potentes ni guitarras con distorsión”, que emparenta a los vizcaínos con las músicas exóticas y la world music.