El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha reiterado este viernes que Ámsterdam aún no ha tomado una decisión en firme sobre el posible suministro de aviones de combate F-16 a las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Rutte ha insistido en rueda de prensa en que, en primer lugar, Estados Unidos debería dar su visto bueno a que los países con F-16 en propiedad los envíen a terceros, según recoge la cadena estadounidense CNN.

Sin embargo, el primer ministro neerlandés ha puesto en valor que Países Bajos, junto a Bélgica y Reino Unido son los principales países impulsores a la hora de desarrollar programas de entrenamiento de pilotos ucranianos en el manejo de cazas.

Así las cosas, Rutte ha querido marcar diferencias entre los programas de capacitación a militares ucranianos y el hecho de suministrar directamente estos aviones de combate occidentales a Kiev.

Las autoridades ucranianas, incluido el presidente Volodimir Zelenski, han reiterado en las últimas semanas la importancia de que los países aliados suministren aviones de combate a su Ejército para así poder confrontar a Rusia también desde el aire.

Si bien la mayoría de países parecen no estar dispuestos a enviar cazas, sí que se han abierto a entrenar a los pilotos ucranianos en el manejo de aviones de combate occidentales. Estados Unidos fue quien abrió el camino que, más tarde, han seguido otros tantos.

Pese a todo, Ucrania sí que cuenta con el apoyo total de Polonia y Eslovaquia, que han enviado sus cazas MiG-29 de fabricación soviética. Aunque Kiev ha agradecido los esfuerzos de Varsovia y Bratislava, prefiere contar con F-16, más modernos y potentes.