- El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió ayer que Rusia responderá con un ataque “relámpago” a cualquier injerencia estratégica en lo que ocurre en Ucrania, escenario desde hace dos meses de una campaña militar rusa.

“Si alguien, insisto, se dispone a interferir en los acontecimientos en marcha y crea amenazas estratégicas inadmisibles para Rusia, deben saber que nuestros ataques de respuesta serán relámpagos, rápidos”, aseguró Putin durante una intervención ante el Consejo de Parlamentarios en San Petersburgo.

Putin destacó que Rusia dispone de “todos los instrumentos para ello”, en alusión al armamento hipersónico. Armamento “del que ahora nadie puede presumir. Y nosotros no vamos a presumir. Los usaremos si hace falta. Y quiero que todos lo sepan”, subrayó. “Todas las decisiones al respecto ya han sido tomadas”, agregó.

El jefe del Kremlin volvió a acusar a Occidente de convertir a Ucrania en una “anti-Rusia” y de empujar a Kiev a enfrentarse con su vecino del norte; atacar la anexionada península de Crimea y la región del Donbás; poseer armas nucleares y abrir laboratorios químicos y biológicos. “Por eso, nuestra reacción ante esos cínicos planes fue correcta y oportuna”, aseguró, en referencia a la “operación militar especial”.

Garantizó que se cumplirán todos los objetivos marcados en la actual campaña militar, lo que incluye la seguridad de los rusos y los habitantes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, cuya independencia es reconocida por Moscú.

Los soldados rusos “han prevenido el auténtico peligro que ya pendía sobre nuestra patria (...), evitar un conflicto de magnitud que se hubiera desarrollado en nuestro territorio, pero ya según un guion ajeno”, dijo.

Esta misma semana el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, alertó de que el peligro de una guerra nuclear “es grave, es real, no debe subestimarse”.

Recientemente, Rusia realizó un lanzamiento de prueba con el misil balístico intercontinental Sarmat que, según Putin, “es capaz de superar todos los medios modernos de defensa antimisiles” y “no tiene análogos en el mundo”.

Mientras, Rusia aseguró haber destruido con misiles de largo alcance un depósito de armas, suministradas por EEUU y países europeos a Ucrania, en una planta de aluminio de Zaporiyia, en el sureste del país.

“Misiles de emplazamiento marítimo de largo alcance y alta precisión Kalibr destruyeron en una planta de aluminio de Zaporiyia hangares con un gran lote de armas y municiones extranjeras suministradas por Estados Unidos y países europeos a las tropas ucranianas”, indicó el Ministerio de Defensa.

El portavoz castrense, Igor Konashénkov, afirmó además que la aviación operacional-táctica y militar de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia golpeó 59 instalaciones militares de Ucrania, entre ellas 50 áreas de concentración de soldados y equipo militar ucraniano, y cuatro almacenes con armas y municiones. Asimismo derribaron un sistema de misiles antiaéreos Buk-M1 en la zona de Sloviansk, agregó.

Konashénkov señaló también que, como resultado de estos ataques, Rusia mató a más de 120 “nacionalistas” y destruyó 35 vehículos y blindados.

Las Fuerzas de Cohetes Estratégicos y Artillería a su vez completaron durante la noche un total de 537 misiones en Ucrania, durante las cuales atacaron 432 áreas de concentración de soldados y equipamiento militar, 67 posiciones de artillería, dos baterías de sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes y siete depósitos de municiones, indicó.

Por otra parte, el gobernador de la región rusa de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, denunció ayer explosiones en un depósito de armas que se incendió cerca de la localidad de Staraya Nelidovka, y que ya ha sido extinguido.

Intercambio de presos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó ayer la liberación del estadounidense Trevor Reed, quien permanecía detenido en Rusia desde 2019, en un intercambio de prisioneros con Moscú. Así lo indicó Biden en un comunicado en el que anunció que Reed se encontraba “en libertad” después de sus tres años de detención en Rusia. “Las negociaciones que permitieron traer a Trevor a casa requirieron decisiones difíciles que no tomo con ligereza”, señaló el presidente de EEUU.