- Pese a que continúan las negociaciones con Ucrania para poner fin a las hostilidades, lo cierto es que Rusia no cede en su presión militar e insta a las autoridades de Kiev a pensar en el destino del país y de su gente y “tomar las decisiones correspondientes” para acercar el fin de lo que denomina “operación militar especial”. Además, Rusia parece haber fijado un nuevo objetivo: Bosnia. Moscú aseguró ayer que se reserva una respuesta en caso de que el país balcánico decida unirse a la OTAN, algo que Sarajevo condenó como una “clara amenaza”.
Ayer fue la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, quien aseguró que la operación militar continuará hasta conseguir sus objetivos, que, según dijo previamente Moscú, consisten en la renuncia de Kiev a la península de Crimea y el Donbás, así como garantías de su estatus no nuclear y neutral con respecto a la OTAN.
En parecidos términos se expresó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que rechazó la medida cautelar dictada el miércoles por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que exige a Rusia suspender de forma inmediata las operaciones militares en Ucrania. “No, no podemos atender a esta decisión. La Corte Internacional apela a un concepto como el acuerdo entre las partes. Aquí no puede haber ningún acuerdo. En este caso es algo que no podemos tomar en consideración”, afirmó.
Precisamente, a Crimea se refirió ayer el presidente ruso, Vladímir Putin, que defendió la anexión en 2014 de la península ucraniana de Crimea a través de un referéndum separatista como “oportuna” a la vista lo que ha ocurrido desde entonces en Ucrania, ahora escenario de una “operación militar especial” rusa. “En febrero-marzo de 2014 los crimeos y habitantes de Sebastopol mostraron coraje y patriotismo, y erigieron un muro frente al avance de los neonazis y radicales que organizaron y perpetraron el golpe de Estado en Kiev”, dijo Putin al inicio de una reunión gubernamental sobre el desarrollo socioeconómico de la península y el puerto de Sebastopol.
Putin destacó que a los crimeos “no les tembló el pulso” e “hicieron la elección libre y consciente de estar junto a Rusia”. “Los últimos años han demostrado de manera convincente qué correcta y oportuna fue esa elección”, subrayó. Ahora, añadió, “basta con observar lo que ocurre en el Donbás y todo se vuelve claro”.
En este contexto, el embajador de Rusia en Bosnia Herzegovina, Igor Kalbukhov, advirtió ayer de que Moscú se reserva una respuesta en caso de que el país balcánico decida unirse a la OTAN, algo que Sarajevo condenó como una “clara amenaza”. “Si (Bosnia-Herzegovina) decide ser miembro de algo, es una cosa interna. Otra cosa es nuestra reacción. En el ejemplo de Ucrania hemos mostrado lo que esperamos. Si hay amenazas, reaccionaremos”, dijo Kalbukhov en una entrevista en la televisión FTV. Según el representante ruso, es Occidente quien supone una amenaza para Bosnia y miente al acusar a Moscú de querer inmiscuirse en asuntos internos del país. “No tenemos ningún plan. Responderemos habiendo analizado la situación estratégica y geopolítica”, dijo el embajador, que recordó que el país está dividido sobre la entrada en la Alianza Atlántica.
El presidente de turno de la jefatura colegiada de Bosnia, el croata Zeljko Komsic, condenó “de la forma más enérgica” las palabras del diplomático ruso. “El mensaje del embajador ruso de que seguiría una reacción de Rusia, y muestra ahí el ejemplo de Ucrania, contra la que Rusia sostiene una agresión, es una amenaza sin ambigüedades y algo inadmisible para Bosnia Herzegovina”, dijo Komsic, para quien las palabras del representante ruso suponen “no solo una amenaza a Bosnia Herzegovina, sino para la paz y la estabilidad de los Balcanes occidentales”.
La embajada de EEUU en Bosnia también criticó las palabras del diplomático ruso como “peligrosas, irresponsables e inaceptables” y subrayó que “ningún tercer país tiene voz en los acuerdos de seguridad entre la OTAN y estados soberanos”.
Por otro lado, según Mykhailo Podolyak, asesor del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, las negociaciones para alcanzar un alto el fuego podrían incluir un “encuentro especial” entre el presidente ucraniano y el ruso, Vladímir Putin. En declaraciones a un medio polaco, Podolyak aludió a que actualmente se está a la búsqueda de una “fórmula legal” en relación con el estatuto de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.
Podolyak dijo al diario polaco Wirtualna Polska que, “una vez que se encuentre, los presidentes de Ucrania y Rusia continuarán las negociaciones en un encuentro especial”. “El alto el fuego inmediato y la retirada inmediata de las tropas rusas de Ucrania es uno de los aspectos clave del acuerdo de paz. No hay otra manera”, según el asesor de Zelenski.
Podolyak añadió, asimismo, que “tanto la delegación rusa como la ucraniana se mantienen firmes. La reconciliación de disputas puede llevar desde unos pocos días hasta una semana y media. Durante este tiempo, debemos acercarnos a un acuerdo de paz”.
21 muertos
Al menos 21 personas murieron y otras 25 resultaron heridas por un bombardeo ruso en la ciudad de Merefa, cerca de Jarkiv, en el este de Ucrania, informaron ayer fuentes locales. Las tropas rusas lanzaron un ataque de artillería y como resultado quedó destruida una escuela y un centro cultural.
Mariúpol
Según anunció ayer el parlamentario ucraniano Serhiy Taruta no hay víctimas en el ataque al teatro de Mariúpo que el miércoles fue bombardeado y reducido a escombros por las tropas rusas cuando servía de refugio antiaéreo para más de un millar de mujeres y niños, lo que hizo temer la tragedia. No obstante, prosigue la búsqueda de personas entre las ruinas.