- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, rechazó ayer cualquier tipo de diálogo con la oposición y acusó, por primera vez, a Estados Unidos de dirigir las protestas antigubernamentales con la complicidad de la Unión Europea (UE).
“Estados Unidos lo planea y lo dirige todo y los europeos le siguen el juego. Lo que les dicen, lo hacen”, dijo Lukashenko al reunirse con los trabajadores de la cooperativa agrícola Dzerzhinski.
Consciente de que una posible huelga general pondría contra las cuerdas a la considerada última economía planificada de Europa, Lukashenko acudió ayer otra vez a una reunión con los trabajadores estatales, ante los que volvió a enarbolar el espantapájaros de una inminente agresión occidental.
Mientras la líder opositora, Svetlana Tijanóvskaya, llamaba a primera hora del día a los trabajadores a declararse en huelga, Lukashenko intentaba por la tarde convencerles de que lo que está en juego no es su permanencia en el poder, sino la soberanía nacional.
En cuanto a los llamamientos opositores al diálogo, aseguró que él sólo habla con los trabajadores y rechazó la posibilidad de repetir los recientes comicios presidenciales cuya victoria se le adjudica con el argumento de que el país no puede permitirse dedicar seis meses a su organización, cuando la economía nacional ya ha sufrido pérdidas millonarias con las protestas y las huelgas.
“Ya celebramos elecciones. Vivamos tranquilos”, declaró al respecto.
Afirmó que el consejo coordinador opositor de traspaso del poder es un “bonito nombre”, pero estimó en “cinco los gobiernos en el exilio”, en alusión a los opositores que han tenido que huir del país.
El abogado de Tijanóvskaya, , exiliada ahora en Lituania, presentó ayer ante el Tribunal Supremo un recurso para declarar como no válidas las elecciones del 9 de agosto, en las que, según datos oficiales, Lukashenko fue reelegido con más del 80% de los votos.