ROMO. Salvini intervino en sus ya habituales directos en las redes sociales para explicar qué está sucediendo con el barco con bandera holandesa de la ONG Lifeline que ha rescatado a unos 224 inmigrantes y les acusó de no respetar las ordenes de la Guardia Costera italiana y libia.
"La Guardia Costera italiana les ha escrito para que no se movieran, que se ocupaba Libia, pero estos desgraciados, incluso poniendo en peligro la vida de los inmigrantes en estos botes, no han escuchado a nadie y han intervenido cargando su cantidad de carne humana a bordo", acusó.
Salvini añadió que se ha mandado una nota oficial a la Embajada de los Países Bajos en Roma para saber si la embarcación de esta ONG es de este país. Y agregó: "este barco Italia lo va a ver solo en postal porque las reglas se respetan".
Italia ya rechazó dar un puerto al Aquarius de la ONG SOS Méditerranée con 630 inmigrantes a bordo y que finalmente desembarcó en Valencia tras el ofrecimiento del Gobierno español, y que ahora está regresando de nuevo al Mediterráneo central.
"Queremos acabar con la mafia de la inmigración clandestina que causa miles de víctimas", aseguró el también líder de la ultraderechista Liga, que agregó que no permitirán la existencia de los "taxis del mar que luego desembarcan en Italia".
Atacó a las ONG, de las que dijo "no hacen voluntariado" sino que "ayudan al tráfico de seres humanos" y que "estos falsos socorristas miran más a la cartera que a salvar vidas".
Y al hablar de los países a los que pertenecen los barcos indicó: "Llevaos a toda los carga de seres humanos a Gibraltar, a España, a Francia o donde queráis".
Explicó que respecto a la presencia de barcazas en dificultad en aguas libias frente a las costas de la frontera entre Libia y Túnez han pedido a las autoridades de ambos países y a las de Malta que se hagan cargo de ello.
Agregó que se ha dado orden a la Guardia Costera italiana de que permanezca cerca de las costas italianas y que intervengan ante Libia los guardacostas de este país y los malteses porque Italia "no se puede hacer cargo de los costes económicos y sociales de una inmigración fuera de control".
"Hay barcos tunecinos, franceses, españoles, que se muevan...", agregó y recordó que "la generosidad a palabras no interesa" y que España y Francia se tienen que hacer cargo de los miles de inmigrantes que aceptaron que fueran reubicados.
El ministro de infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, también informó de que el barco de Lifeline está actuando "en aguas libias fuera de las reglas del derecho internacional" y que "han embarcado a 250 náufragos sin tener los medios técnicos para garantizar su seguridad".