Moscú/Nueva York - Los militares rusos acusaron ayer al Gobierno de Londres de haber participado en el montaje del supuesto ataque con armas químicas en la ciudad siria de Duma, del que Occidente responsabiliza al régimen de Damasco. “El Ministerio de Defensa ruso dispone de pruebas que atestiguan la participación directa de Gran Bretaña en la organización de esta provocación en Guta Oriental”, declaró el portavoz de la cartera, Ígor Konashénkov, en un comunicado.
Según Konashénkov, los militares tienen grabaciones con entrevistas a habitantes de la ciudad donde “cuentan en detalle cómo se desarrolló este montaje, en qué episodios participaron y qué hicieron”.
“Esas personas no esconden sus nombres. No se trata de unos mensajes impersonales en redes sociales o unos activistas anónimos. Se trata, reitero, de los participantes directos en el rodaje de los vídeos falsos (de Duma)”, subrayó el general ruso. “En el mundo civilizado, unos hechos como esos se consideran pruebas, y no unas acusaciones infundadas e irresponsables que se difunden para encasillar y difamar a las autoridades de otros países”, agregó. El portavoz de Defensa aseguró que los militares rusos “saben con certeza” que entre el 3 y el 6 de abril los llamados cascos blancos (la ONG creada en el Reino Unido que denunció el ataque en Duma) fueron “fuertemente presionados” por Londres con el fin de acelerar la puesta en escena del montaje de un supuesto ataque químico.
Una “investigación independiente” Con ello, Konashénkov reiteró el interés de Rusia en una investigación “objetiva e independiente” de lo que ocurrió en Duma el pasado sábado. Asimismo aseguró que las fuerzas rusas están dispuestas a garantizar “la seguridad y las condiciones propicias” para la labor de los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en el lugar del supuesto ataque. “Estamos convencidos de que la postura responsable de la OPAQ permitirá rebajar la tensión en la región para conservar así la endeble paz que se ha impuesto en Siria”, concluyó.
Previamente, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia tiene “pruebas irrefutables” de que el supuesto ataque químico en el que habrían muerto decenas de personas, fue un “montaje”, organizado por un país “en la vanguardia de la campaña de rusofobia”. Rusia defiende que las acusaciones de uso de armas químicas en Duma por parte de las fuerzas gubernamentales sirias son un intento de justificar una intervención militar en Siria y advierte de que las consecuencias de un posible ataque contra el país serían “graves”, señaló el canciller ruso.
“Rusia puede quejarse todo lo que quiera sobre noticias falsas, pero nadie se cree sus mentiras y sus cortinas de humo”, le respondió la representante estadounidense, Nikki Haley. La embajadora aseguró que su país tiene “prueba” de que el ataque existió y defendió que Rusia es también responsable de él, por no parar los pies al Gobierno de Bachar al Asad, al que Occidente culpa de lo ocurrido en Duma, donde murieron cerca de medio centenar de personas supuestamente por una sustancia tóxica.
Haley dijo que Moscú “no se ha detenido ante nada para defender los múltiples usos de armas químicas del régimen sirio”, utilizando repetidamente su poder de veto para evitar medidas del Consejo de Seguridad. “Se suponía que Rusia debía garantizar que Al Asad no usaba armas químicas y Rusia ha hecho lo contrario”, recalcó.
Según apuntó la embajadora, Estados Unidos calcula que el régimen ha utilizado armas químicas al menos cincuenta veces, por lo que el episodio de Duma no es algo aislado. Haley confirmó que por ahora el presidente estadounidense, Donald Trump, no ha tomado una decisión sobre un posible ataque contra Siria a modo de represalia, pero insistió en que tiene que haber algún tipo de respuesta.
La embajadora, que ayer estuvo en las reuniones mantenidas en la Casa Blanca para discutir qué hacer ante al supuesto ataque químico, dijo que regresará a Washington para continuar las consultas.
Junto a Francia y el Reino Unido Haley defendió que es fundamental no precipitarse y tomar las precauciones necesarias antes de actuar. Estados Unidos, dijo, está consultando sus movimientos con Francia y el Reino Unido, que ayer coincidieron en que el uso de armas químicas no puede quedar impune.
“Debemos parar la escalada química siria. No podemos dejar que un país desafíe a este Consejo y al derecho internacional”, recalcó el embajador francés, François Delattre.
Mientras, la representante británica, Karen Pierce, negó categóricamente las acusaciones rusas de que Londres habría participado en el montaje del supuesto ataque de Duma. “Es una mentira descarada. Es una de las peores piezas de noticias falsas que hemos visto de la maquinaria propagandística de Rusia”, dijo Pierce a los periodistas.
La reunión de ayer fue la cuarta sobre Siria que el Consejo de Seguridad celebra esta semana, pero por ahora las potencias no muestran ninguna señal de acercamiento. - Efe