Bagdad/Erbil - Las fuerzas iraquíes siguieron avanzando ayer de forma rápida y sin dificultad y tomaron el control de varias zonas disputadas con la región autónoma del Kurdistán, incluidos los campos petrolíferos de la provincia de Kirkuk, en el norte del país. Unidades de las Fuerzas Antiterroristas se hicieron ayer con el campo de Bay Hassan, el más grande de la provincia, sin enfrentamientos con las tropas kurdas peshmerga, que no están ofreciendo resistencia ante el avance de los efectivos y milicianos leales al Gobierno central.

Las milicias Multitud Popular -lideradas por chiíes- recuperaron los importantes campos de petróleo de Bay Hassan y de Avana, situados en la zona de Dibis, que se suman a los que fueron recuperados ayer: Baba Karkar, Yambur y Jabaz. Todas estas instalaciones estaban ocupadas por las fuerzas peshmerga, después de que expulsaran al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de esos territorios.

El Gobierno iraquí del primer ministro, Haidar Al Abadi, que ayer lanzó la operación militar en Kirkuk, había declarado abiertamente que pretendía recuperar el control de los campos de crudo, después de que el Kurdistán celebrara su polémico referéndum de independencia el pasado 25 de septiembre.

Por su parte, el ministro de Petróleo iraquí, Yabar Ali al Luaibi, aseguró ayer que su departamento está trabajando para garantizar que la producción y exportación de crudo no se detenga en las instalaciones recuperadas en Kirkuk.

Los técnicos del Ministerio “están evaluando la situación y revisando las necesidades de estos sitios para impedir que se pare la producción y la exportación en la provincia” de Kirkuk, aseguró el titular en un comunicado. Además de las estratégicas instalaciones, las fuerzas conjuntas iraquíes recuperaron ayer el control de más áreas en las quese desplegaban los kurdos.

Las tropas gubernamentales y un grupo yazidí afiliado a la Multitud Popular, la milicia Lalesh, se desplegaron en la comarca de Sinyar y tomaron el control de la ciudad homónima, indicó Jal Ali, un comandante de esa milicia.

Esta zona, donde residía la gran parte de la minoría yazidí, muy perseguida por los yihadistas, estaba en manos de las tropas kurdas desde finales de 2015, pero estas se retiraron ayer sin ofrecer resistencia, según Ali al Luaibi. Por otra parte, una fuente de seguridad iraquí dijo que las fuerzas kurdas se retiraron también de la localidad estratégica de Bashiqa, a 14 kilómetros al norte de la ciudad de Mosul, donde están desplegadas tropas turcas que entrenaban a las peshmerga, lo cual era rechazado por Bagdad.

Asimismo, las milicias lideradas por chiíes y unidades de la Policía Federal iraquí se hicieron con el control de la comarca de Janaquín y del municipio de Yalulá, próximos a la frontera con Irán.

Repliegue a áreas de 2016 Las tropas kurdas también se retiraron sin luchar, tal y como aseguró la Multitud Popular. Y es que las fuerzas peshmerga decidieron retirarse a las áreas donde se encontraban antes del inicio de la ofensiva para expulsar al EI de la ciudad de Mosul, en 2016, tal y como anunció ayer el Ministerio de Defensa kurdo.

El Ministerio aseguró que “se reorganizarán los puntos de contacto entre las fuerzas peshmerga y el ejército iraquí, según el acuerdo del año pasado entre las dos partes y bajo la supervisión de la coalición internacional” liderada por EEUU, que apoya a ambos bandos en la lucha contra los extremistas.

Bagdad había pedido anteriormente al Kurdistán que retirara a sus tropas, pero la celebración del referéndum de independencia del 25 de septiembre desató las tensiones, y la negativa del Gobierno kurdo de entregar las áreas disputadas, en concreto Kirkuk, desembocó en la intervención militar. El presidente de Irak, Fuad Masum, aseguró que las fuerzas armadas peshmerga forman parte del “sistema de defensa de Irak” y que su presencia en Kirkuk “no contraviene la Constitución” iraquí, pero que el referéndum de independencia provocó “disputas peligrosas” y llevó a las fuerzas gubernamentales a “tomar el control directo de Kirkuk”. - Efe