LONDRES. "Queríamos llevárnoslo a España este viernes", ha dicho Ana Echeverría en una vista en Londres con el juez forense Andrew Harris, en el juzgado de Southwark, cercano a lugar del atentado terrorista, cuando se les ha informado de que tendrán que esperar a que concluya la autopsia para trasladar el cuerpo.

El cadáver de Echevarría, que perdió su vida intentando salvar a una mujer en el ataque terrorista que dejó ocho muertos y 48 heridos el sábado, se encuentra en el hospital Saint Thomas, próximo a la zona del Puente de Londres donde se registró el suceso.

Echevarría es calificado por medios internacionales como el "héroe del monopatín", por agredir con él a un terrorista que intentaba apuñalar a una mujer, lo que le costó la vida.

La protestas de Ana, que se encontraba en la vista junto con su hermano Enrique, se agregan al malestar suscitado porque no supieron nada del paradero de la víctima hasta ayer, cuatro días después del ataque.

A día de hoy, el Gobierno británico no ha dado ninguna información oficial y publica sobre la identificación de las víctimas, mientras que solo se ha informado a los familiares y los datos se han distribuido en los medios de comunicación de los países de procedencia de los fallecidos.

Los familiares de Echeverría acudieron está mañana al juzgado forense de la capital británica donde las autoridades les explicaron cómo falleció pero sin datos concluyentes a falta de la autopsia.

Visiblemente emocionado y acompañado de su hermana a Ana, Enrique Echeverría ha vuelto a agradecer, en declaraciones a Efe, el apoyo recibido durante estos días de intenso sufrimiento en los que no tenían datos sobre el paradero de su hermano.

na agradeció asimismo la ayuda de los dos amigos de Ignacio, "Guille y Javi", que estaban con él en el momento en que se produjo el ataque, "a la prensa y a todo el pueblo español", a los londinenses, al banco británico HSBC -en el que trabajaba el fallecido- y a las personas desconocidas que se han volcado para encontrarle.

Con cara de pesar, recordaron que no supieron nada de la suerte de su familiar hasta ayer, después de presiones del ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, para que se agilizara el proceso de búsqueda o de identificación de las víctimas.

El joven estaba desaparecido desde que tres terroristas atropellaron a los viandantes del puente de Londres con una furgoneta alquilada y acuchillaron después a numerosas personas en una zona de bares y restaurantes en la orilla sur del río Támesis.