París - Medio centenar de asociaciones, centros nacionales y organismos relacionados con la cultura en Francia convocaron ayer un encuentro ciudadano para intentar impedir que la candidata ultraderechista, Marine Le Pen, pueda ganar el próximo 7 de mayo las presidenciales. Con vistas a esa segunda vuelta de los comicios, los convocantes piden la movilización de todos contra “las ideas antidemocráticas y el rechazo al prójimo que propone el Frente Nacional” de Le Pen, que se enfrentará al socioliberal Emmanuel Macron. Entre los convocantes figuran la asociación de centros dramáticos nacionales (ACCN), la sociedad de realizadores de películas (SRF), la asociación internacional de críticas de arte (AICA), el sindicato de productores independientes (SPI) y la asociación francesa de orquestas (AFO). “La cultura, con sus valores de diversidad y libertad, es indispensable para una sociedad democrática de igualdad y fraternidad”, subrayaron en un comunicado.
La “reagrupación ciudadana” que proponen tendrá lugar el próximo martes en la sala de conciertos de la Philharmonie de París.
Buena parte del mundo de la cultura siente en Francia una profunda inquietud ante una eventual victoria de la candidata del Frente Nacional, por temer que podría suponer la disminución drástica de sus presupuestos y actividades.
El pasado 2 de abril, un centenar de artistas lanzaron un comunicado para intentar frenar al partido ultraderechista en estas elecciones.
La cantante Camélia Jordana, el músico de jazz Archie Shepp, el actor Vincent Elbaz, la artista Annette Messager o el grupo de rap IAM, fueron entonces algunos de los firmantes.
el disputado voto insumiso Por su parte, la candidata ultraderechista a la Presidencia francesa, Marine Le Pen, pedía ayer el voto a los electores del izquierdista Jean-Luc Mélenchon para frenar el “peligro” que, según ella, representa su rival en la segunda vuelta del 7 de mayo, el socioliberal Emmanuel Macron. “Pongamos nuestras divergencias de lado. Tendremos tiempo después de las elecciones de retomar las discusiones sobre los temas de fondo. Luchemos hoy contra ese punto crucial. No es posible dejarle a Macron los mandos de Francia”, afirmó en un vídeo colgado en su cuenta de la red social Twitter.
Le Pen advirtió de que “el peligro es demasiado fuerte”: “Sé que sois más fuertes que toda la oligarquía que me grita a mí, pero también a vosotros. Pasemos página”.
La antigua líder del Frente Nacional (FN), que se apartó temporalmente de su presidencia para centrarse en la campaña, repite que el exministro de Finanzas “es un banquero que representa esas finanzas arrogantes que Hollande prometió combatir y finalmente dejó prosperar”. “Se negará a aportar la mínima protección a los asalariados. Yo haré lo contrario”, aseguró a los algo más de siete millones de personas que en la primera ronda del 23 de abril votaron por Mélenchon, líder de La Francia Insumisa.
Le Pen admitió que mantiene con Mélenchon “desacuerdos sobre temas de fondo”, pero señaló a los seguidores del izquierdista que el proyecto de Macron está “en las antípodas” de los planes de su candidato. “No representa el cambio. Es una continuidad e incluso un agravamiento del quinquenio de Hollande”, añadió en esa intervención grabada, en la que reiteró su intención de negociar con Bruselas para que los franceses “retomen el control de su destino” y la de tener buenas relaciones con Rusia, lo “contrario a lo que piensa Macron”.
El voto de la militancia del izquierdista fue reclamado ayer también de forma directa por Macron, quien reconoció que, pese a sus diferencias, en su programa “hay respuestas a problemáticas que son suyas en términos de poder de adquisición o ecología”.
Mélenchon, que en la primera vuelta del pasado domingo quedó en cuarto puesto, por detrás de Macron, Le Pen y el conservador François Fillon, aseguró ayer que acudirá a votar pero no aclaró cuál iba a ser el sentido de suvoto. - Efe