París - Cuando faltan tan solo 40 días para las elecciones presidenciales en Francia, el candidato conservador, François Fillon, era imputado ayer por los supuestos empleos falsos atribuidos a su mujer y dos de sus hijos, un escándalo que ha relegado el contenido de su programa electoral a un segundo plano. Fillon, que fue primer ministro de Nicolas Sarkozy, estaba citado hoy ante los jueces de instrucción, pero la comunicación de los cargos se adelantó un día a petición de su abogado para que la audiencia “pudiera desarrollarse con tranquilidad”. Fillon fue imputado por desvío y apropiación indebida de fondos públicos y por no haber declarado a la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública un préstamo de 50.000 euros concedido por el empresario Marc Ladreit de Lacharrière.
Su vía crucis judicial, mediático y político comenzó el pasado 25 de enero cuando el semanario Le Canard Enchaîné reveló que su mujer, Penelope, y dos de sus hijos habían estado contratados como asistentes parlamentarios sin ejercer esas funciones.
La Fiscalía Nacional Financiera abrió ese mismo día una investigación y, tras un mes de pesquisas, entregó el dossier a los tres jueces de instrucción que ayer decidieron imputarle.
Tenía “pocas ilusiones” El pasado domingo el candidato había adelantado que se hacía “pocas ilusiones” sobre su inminente cita judicial, y ayer, al presentar su programa, volvió a calificarse como víctima de la “instrumentalización” de la Justicia de su país.
“Espero ser tratado como todos los ciudadanos, sin precipitación y con imparcialidad”, dijo ayer el candidato derechista en la declaración que leyó ante los jueces, a cuyo interrogatorio rechazó responder. Fillon ha pasado a ser el primer candidato de un gran partido que aspira al Elíseo en situación de imputado. Aunque insistió en que dimitiría si llegaba a esta situación, cambió de versión después para afirmar que se sometería exclusivamente al veredicto de los franceses en las urnas.
Al aspirante se le presentan cuatro posibilidades: recurrir ante la sala de instrucción; que el tribunal considere que los cargos son insuficientes y archive el proceso; que sea enviado a juicio o que, de ganar las elecciones, la investigación se congele el tiempo de su mandato por la inmunidad presidencial. De momento las intenciones de voto le colocan fuera de la segunda vuelta del próximo 7 de mayo (con cerca del 20% según el último sondeo difundido ayer), por detrás de la ultraderechista Marine Le Pen (27%) y del socioliberal Emmanuel Macron (24%).
Su imputación llega en la antesala de que este viernes se cierre el plazo para presentar las candidaturas, tras lo cual el Consejo Constitucional publicará el sábado la lista definitiva. Sus abogados podrán tener acceso ahora al dossier y preparar su defensa. “Estoy convencido de que mi inocencia se reconocerá”, dijo Fillon en el diario Les Échos esta semana, en la que no han faltado nuevas revelaciones que empañan sus argumentos. La última sospecha fue lanzada ayer por Le Parisien, que destapó que recibió de sus dos hijos parte del dinero que éstos cobraron como colaboradores parlamentarios suyos. El entorno del candidato minimizó ayer la imputación para centrarse en que su programa es el único capaz de sacar adelante Francia, mientras que Fillon, que intervino ayer ante la Federación Nacional de Cazadores, guardaba silencio público.
la Justicia, ahora tras macron La imputación de Fillon coincidió con la apertura de una investigación preliminar en un caso que afecta a su contrincante, el socioliberal Emmanuel Macron.
La Fiscalía de París investiga el supuesto favoritismo en la organización de una velada en la que Macron se reunió con empresarios franceses en Las Vegas (Estados Unidos) cuando era ministro de Economía, en enero de 2016.
La velada fue encargada sin concurso previo al grupo Havas por Business France, organismo de promoción de la tecnología francesa dependiente del Ministerio de Economía, entonces dirigido por el propio Emmanuel Macron.
El entorno del candidato ha insistido en que él no se ve implicado directamente por esas sospechas, que afectan tan solo a Business France.