MADRID. La agencia ha señalado que millones de niños se han visto obligados a desplazarse, de los cuales al menos 2,3 millones viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Irak. La cifra de niños sirios que necesitan ayuda es ahora doce veces mayor que el número de menores que se encontraban en una situación precaria en 2012.
"Tras seis años de guerra la situación de los niños de Siria es insostenible", ha aseverado el director del Comité Español de UNICEF, Javier Martos con motivo del aniversario del inicio del conflicto armado. "Casi dos millones de niños están fuera de la escuela y se enfrentan a cosas que no deberían experimentar jamás", ha manifestado.
El aumento de la violencia en el país ha provocado numerosos asesinatos, mutilaciones y reclutamientos de menores en el país. Según UNICEF, al menos 652 menores han sido asesinados, un 20 por ciento más que en 2015.
Más de 850 niños fueron reclutados en 2016, más del doble que el año anterior. Estos menores están siendo utilizados para luchar en primera línea de combate, según ha informado la agencia de la ONU, que ha indicado que a veces actúan como terroristas suicidas o carceleros.
"La magnitud del sufrimiento no tiene precedentes. Millones de niños en Siria son víctimas de ataques a diario y sus vidas están del revés", ha explicado el director regional de UNICEF para Oriente Próximo y el norte de Africa, Geert Cappelaere.
"Cada niño está marcado para el resto de su vida. Esto tendrá consecuencias terribles para su salud, su bienestar y su futuro", ha añadido. La agencia ha denunciado que en 2016 se produjeron al menos 338 ataques contra instalaciones y personal médico en el país.
FALTA DE ACCESO
Las dificultades de acceso a algunas partes de Siria dificultan una completa valoración del sufrimiento al que se enfrentan los niños y de la eficacia de la distribución de ayuda entre las poblaciones más vulnerables.
UNICEF ha señalado que los niños mueren en silencio, a menudo debido a enfermedades que se podrían haber prevenido fácilmente en otras circunstancias. Al menos 2,8 millones de niños se encuentran en zonas de difícil acceso y cerca de 280.000 viven bajo asedio, prácticamente aislados.
Los mecanismos de ayuda se están debilitando, según la agencia, que ha indicado que las familias están adoptando medidas extremas para poder sobrevivir, lo que supone a menudo forzar a los menores a trabajar o contraer matrimonio.
Sin embargo, los niños siguen mostrando una gran capacidad de adaptarse a las situaciones más precarias. "Quiero ser cirujana para ayudar a la gente de Siria que se encuentra enferma o herida. Sueño con una Siria sin guerra para poder volver a casa", ha afirmado Darsy, de 12 años, que reside ahora en Turquía.
"Seguimos viendo una gran valentía por parte de los niños sirios. Muchos han cruzado la línea de combate para poder presentarse a exámenes. Ellos insisten en seguir aprendiendo, incluso en escuelas subterráneas. Podemos hacer más y debemos hacer más para cambiar la situación de los niños sirios", ha aseverado Cappelaere.
UNICEF ha hecho un llamamiento a todas las partes enfrentadas sobre el terreno, así como a la comunidad internacional, a actuar de forma inmediata para lograr el fin del conflicto y de las violaciones de los derechos de los niños.
Además, la agencia ha destacado la importancia de acabar con los asedios para aumentar el acceso a las zonas más afectadas y apoyar a los gobiernos y comunidades de acogida de las poblaciones más afectadas.