Seúl - El Tribunal Constitucional ratificó ayer en un dictamen histórico la destitución de la presidenta de Corea del Sur por su conexión con el caso Rasputina, veredicto que desató unas violentas protestas de sus seguidores en Seúl que han dejado al menos dos muertos. Los ocho jueces de la corte aprobaron por unanimidad la decisión adoptada por el Parlamento el pasado 9 de diciembre para cesar de su cargo a Park Geun-hye, que llegó al poder en febrero de 2013 y a la que le restaba casi un año de mandato.
La sentencia, televisada en directo por las principales cadenas del país, estableció que Park vulneró la Carta Magna al permitir a su amiga Choi Soon-sil, conocida como la Rasputina, entrometerse en asuntos de Estado y al confabularse con ella para extorsionar fondos a grandes empresas, entre ellas Samsung, la mayor del país.
La propia Choi, de 60 años, pidió perdón a través de su abogada al pueblo coreano y a Park Geun-hye a raíz de la destitución, aunque volvió a negar los cargos que se le imputan.
Unas 30 personas están siendo ya procesadas a raíz de la investigación abierta desde que el escándalo salió a la luz el pasado otoño, entre ellas Choi y Lee Jae-yong, presidente de facto de Samsung al que se acusa de donar dinero a la Rasputina a cambio de recibir favores del Gobierno.
Aunque no consideró que fuera motivo para su destitución, la máxima instancia judicial del país también creyó probado que Park, de 65 años, desatendió sus obligaciones como jefa de Estado durante el hundimiento en abril de 2014 del ferri Sewol que causó más de 300 muertos, la mayoría estudiantes de secundaria.
Elecciones en mayo Con la destitución, Park, a la que la fiscalía considera sospechosa en el caso, queda despojada de su inmunidad y Corea del Sur está obligada a celebrar elecciones presidenciales en un plazo inferior a 60 días, lapso durante el cual el exprimer ministro Hwang Kyo-ahn seguirá ejerciendo como presidente en funciones. La mayoría de los expertos apuntan a que los comicios presidenciales, en los que el favorito es el candidato liberal Moon Jae-in, seguramente se celebren el martes 9 de mayo.
La decisión de ayer implica la primera destitución de un jefe de Estado y el primer adelanto de los comicios presidenciales en Corea del Sur desde que el país volvió a celebrar elecciones democráticas en 1987 tras el mandato de dos juntas militares (una de las cuales lideró el general Park Chung-hee, padre de la ya expresidenta). “Las vulneraciones de la Constitución y la ley por parte de la presidenta implican traicionar la confianza del pueblo y son acciones graves que no pueden ser toleradas”, dijo la presidenta del Constitucional, Lee Jung-mi, al leer el veredicto.
protestas violentas Aunque según las encuestas la mayoría de surcoreanos se mostraban mayoritariamente a favor del cese de Park, sus seguidores han protestado enérgicamente en las calles en el último mes y ayer recibieron entre tristes y enfurecidos la sentencia en Seúl. Algunos de los miles de congregados ante el Constitucional y la avenida Sejong rompieron a llorar, mientras otros, armados con palos, se enfrentaron a efectivos de seguridad, de los cuales se desplegaron ayer más de 21.000 en el centro de la capital.