Londres - El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, anunció ayer que compartirá con compañías tecnológicas como Google y Apple datos técnicos del arsenal de ciberespionaje de la CIA, del que la agencia estadounidense ha “perdido el control”, para que desarrollen contramedidas que protejan a los usuarios. Assange dijo en una rueda de prensa a través de Internet que la agencia de inteligencia ha cometido un “devastador acto de incompetencia” al no haber podido evitar que su software para penetrar en teléfonos, ordenadores y televisores haya llegado al “mercado negro” y esté a disposición de los hackers.

El portal de filtraciones desveló el martes 8.761 documentos y archivos que describen virus, troyanos y otros programas maliciosos que supuestamente creó la CIA, pero no divulgó sus especificaciones técnicas para evitar que “periodistas, gente de los gobiernos y ciudadanos corrientes” sean atacados con ellos.

“WikiLeaks tiene mucha más información sobre lo que ha estado pasando con este programa de armas cibernéticas”, aseguró el australiano, refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia por un presunto delito sexual.

“Tras haber evaluado cuál era el mejor modo de actuar, y una vez hemos escuchado las llamadas que han hecho algunos fabricantes, hemos decidido trabajar con ellos, darles acceso exclusivo a detalles técnicos adicionales para que puedan desarrollar parches y distribuirlos para que la gente pueda estar protegida”, señaló.

la cia se defiende Poco después de la rueda de prensa de Assange, la portavoz de la CIA, Heather Fritz Horniak, dijo en un comunicado que el australiano no es ningún ejemplo de “verdad e integridad”. “A pesar de los esfuerzos de Assange y los de su clase, la CIA continúa recolectando sin descanso información de inteligencia en el extranjero para proteger a Estados Unidos de terroristas, de naciones hostiles y otros adversarios”, sostuvo la portavoz.

Las últimas revelaciones de WikiLeaks indican que los programas de la CIA, que permiten acceder a información privada en diversos dispositivos, fueron “pasando de mano en mano por diferentes miembros de la inteligencia estadounidense, sin autorización y sin control”.

La agencia, aseguró Assange, sabía que había perdido ese software desde hace al menos dos meses, pero “no advirtió a los ciudadanos” de que podían ser espiados con él.

Se trata del “mayor arsenal de virus y troyanos del mundo”, pero “no lo protegieron, lo perdieron, y luego trataron de ocultarlo”, lamentó el activista. Assange indicó que compañías como Apple, Google y algunas firmas que desarrollan antivirus han comenzado a programar contramedidas, pero “todos ellos dicen que necesitan más información” para poder levantar barreras que impidan a los hackers acceder a teléfonos iPhone, Android y televisores inteligentes como los de Samsung.

Las empresas afectadas, aseguró, se enfrentan a un daño de “miles de millones de dólares”.

Tras la publicación de los documentos de WikiLeaks, Apple afirmó en un comunicado que sus análisis preliminares “indican que muchos de los temas filtrados fueron ya arreglados en la última versión del sistema operativo iOS”, si bien asegura que continuará “trabajando rápidamente para hacer frente a las vulnerabilidades identificadas”.

Samsung, por su parte, aseguró que ha iniciado con “urgencia” una investigación para determinar hasta qué punto ha quedado comprometida la seguridad de sus televisores inteligentes.

“Proteger la privacidad de los consumidores y la seguridad de nuestros dispositivos es la principal prioridad para Samsung. Tenemos conocimiento del informe en cuestión (de WikiLeaks) y estamos estudiando el asunto con urgencia”, señaló la marca surcoreana.

En su primera aparición pública tras revelar el alcance de los instrumentos de espionaje informático de la CIA, Assange alertó ayer sobre los peligros de los programas de guerra cibernética que supuestamente están desarrollando diversos Estados. “Es imposible mantener un control efectivo sobre las armas cibernéticas. Eso significa que, si las construyes, eventualmente las perderás. Son simplemente información, no existen barreras que puedan impedir que se divulguen por todo el mundo”, alertó el australiano. “En este caso, hemos sido muy afortunados de que hayan llegado hasta nosotros, que os podemos advertir sobre lo que ha ocurrido”, dijo Assange.