Erbil - La eventual toma de la ciudad de Telafar, la principal urbe turcomana de Irak, por parte de las milicias chiíes Multitud Popular amenaza con hacer estallar nuevas tensiones étnicas y religiosas en el país. Las milicias progubernamentales avanzan en estos momentos hacia Telafar, a unos 70 kilómetros al oeste de la ciudad de Mosul, en el marco de la amplia ofensiva para expulsar al grupo terrorista Estado Islámico (EI) de toda la región de Nínive (norte).
El columnista iraquí Yaafar al Telafari explicó que la ciudad tenía un población de alrededor de 260.000 personas -un 55% de ellas, chií, y el restante 45%, suní-, pero que todos los chiíes y alrededor de un 70% de los suníes huyeron tras la irrupción del EI en 2014.
Asimismo, recordó que las tensiones sectarias no son nuevas en la ciudad y que hace años algunos concejales de Nínive pidieron la instalación de barreras para separar las zonas chiíes del suroeste de Telafar de las del noreste, habitadas por suníes.
Entre los años 2004 y 2014, murieron 3.489 personas en 327 atentados terroristas en Telafar, y actualmente unos 1.200 turcomanos chiíes se encuentran secuestrados por el EI, entre ellos 450 mujeres y 120 menores, según Al Telafafri.
Una fuente de la Agrupación Turcomana de Nínive advirtió de las crecientes tensiones entre turcomanos chiíes y suníes de la comarca y ciudad de Telafar en torno a las fuerzas que deberían liderar la batalla contra el EI en esta zona.
El grupo, integrado por académicos, intelectuales y periodistas, no tiene un carácter sectario ni político, según la fuente, que prefirió mantener el anonimato.
¿quién debe liberarlos? En esa línea, aseguró que los turcomanos suníes de Telafar piden que su región sea liberada del yugo del EI por el ejército iraquí, “por la disciplina que tiene y para proteger la vida de los civiles”. Pero algunas voces del Gobierno iraquí, así como dirigentes turcomanos chiíes, consideran que la comarca debe ser tomada por la Multitud Popular, que opera en ese frente de batalla.
La fuente explicó que, ante esta situación, el Gobierno turco, “que no hizo nada cuando el EI expulsó a los turcomanos chiíes de Telafar”, dice ahora que no permitirá un cambio demográfico en la zona y ha aumentado su retórica en ese sentido.
Por su parte, Irán busca sacar “provecho religioso y estratégico” de la postura de Turquía para reforzar sus intereses y presencia en los territorios con población turcomana chií, añadió.
En opinión del presidente del Frente Turcomano Iraquí y diputado del Parlamento nacional, Arshad al Salehi, Turquía “no ha respaldado a los turcomanos como lo hizo con los árabes suníes”. “Somos ciudadanos iraquíes y no del Imperio Otomano en Irak (...) Nuestros lazos con Turquía no serán en su beneficio, sino a favor de nuestro interés nacional y étnico”, enfatizó.
Muchos turcomanos de Telafar creen que detrás de la insistencia turca en participar en la ofensiva de Mosul -algo que Bagdad ha rechazado categóricamente- hay motivos políticos y ambiciones históricas de Ankara en la región, donde tiene tropas desplegadas en la localidad de Bashiqa.
temor a las represalias Respecto a la intervención de la Multitud Popular en Telafar, turcomanos chiíes y algunos suníes la respaldan, mientras que otros suníes la rechazan por temor a las represalias sectarias de los milicianos chiíes , que han cometido abusos en otras ocasiones.
Alrededor de 11.000 turcomanos de Telafar forman parte del Ejército y la Policía iraquíes, así como de la Multitud Popular, y consideran que deben tomar parte en la batalla por su ciudad. Mientras, la Presidencia turca ha señalado recientemente que apoya la entrada de una fuerza combinada de turcomanos suníes y chiíes y del Ejército iraquí en Telafar, y ha rechazado la entrada de la Multitud Popular.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a las milicias chiíes de que no irrumpan en la localidad, pero esto no ha detenido el avance de la Multitud Popular hacia el núcleo urbano.
El paraguas de milicias informó esta semana de que ha logrado aislar totalmente la comarca de Telafar de la vecina Siria, mientras ha tomado amplios territorios de la región y su aeropuerto, y se dispone a lanzar una ofensiva sobre la ciudad turcomana.
Por su parte, el Ejército turco informó ayer de que uno de sus soldados había muerto y otros cinco habían resultado heridos en enfrentamientos con el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la región próxima a la ciudad de Al Bab, en el norte de Siria. El Estado Mayor del Ejército de Turquía indicó que uno de los soldados que resultó el jueves herido en un supuesto ataque aéreo del Ejército sirio en la misma región había fallecido en el hospital, lo que eleva el número de bajas en ese incidente a cuatro.
En total, Turquía ha perdido cinco soldados en menos de 24 horas en Siria, lo que ha elevado el número de bajas en la operación Escudo del Éufrates a 17 desde su inicio hace tres meses.
Al mismo tiempo, el Ejército turco señaló que cuatro combatientes del opositor Ejército Sirio Libre (ESL), aliados de Turquía, murieron en los enfrentamientos con los yihadistas, mientras que otros 25 resultaron heridos. Turquía apoya al ESL con armas pesadas, artillería y refuerzos aéreos, para recuperar el terreno ocupado por el Estado Islámico.
El ataque de la Fuerza Aérea Siria el jueves contra la posición de una unidad del ejército turco aumentó la tensión en la región.