Los manifestantes, que se concentraron en los alrededores de la sede del Gobierno, obedecieron a la llamada de los grupos de estudiantes que lideran las protestas y que horas antes les invitaban a participar en esta multitudinaria sentada.

Minutos antes de que comenzara, el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, advirtió a través de un comunicado que el Gobierno y la Policía tomará "todas las acciones necesarias" para restablecer el orden social y que la ciudad pueda volver a la normalidad a partir del lunes, día laborable.

Leung condenó "duramente todos los actos de violencia" y aseguró hoy que la situación puede traducirse en un estado fuera de control con consecuencias "graves para la seguridad pública y el orden social".

"El Ejecutivo y la Policía tienen el deber y la determinación de tomar todas las medidas necesarias para restablecer el orden social, para que el Gobierno y los siete millones de personas en Hong Kong puedan volver a su trabajo y a su vida normal", sentenció el mandatario de la isla china.

En la multitudinaria concentración en la que participaron reconocidos artistas populares, así como los líderes de los tres grupos que se erigen como los dirigentes de esta masiva protesta -Occupy Central, la Federación de Estudiantes de Hong Kong y Scholarism-, no se anunció ninguna decisión por parte de los manifestantes en respuesta a las advertencias del Ejecutivo local.

En la reunión, se esperaba que los líderes estudiantiles aprovecharan la oportunidad de poder dirigirse a las masas para anunciar si deciden escalar sus protestas o si aún queda espacio para el diálogo con el Gobierno, después de que se suspendieran el viernes las negociaciones tras registrarse diversos ataques de grupos prochinos contra manifestantes en distintos puntos de la ciudad.

No ocurrió así, si bien en un comunicado posterior, el secretario general de la Federación de Estudiantes Alex Chow abrió la posibilidad de retomar el diálogo con el Gobierno sobre la reforma política en Hong Kong si las autoridades se comprometen a llevar a cabo una investigación detallada sobre la actuación policial durante los enfrentamientos entre partidarios y contrarios a las protestas.

Chow expresó el deseo de alcanzar un acuerdo con el Gobierno para que las protestas continúen en los alrededores de los edificios gubernamentales y a la vez los 3.000 empleados de la administración puedan volver a su trabajo.

Según los jóvenes, grupos antichinos orquestados por el Gobierno de Pekín atacaron a los manifestantes pacíficos e intentaron desmontar las tiendas que llevan instaladas desde hace una semana en varias localizaciones frente a la actitud "pasiva" de la Policía, que ha negado este extremo.

Este ambiente de tensión se produce cuando se cumple una semana desde que comenzaran las protestas en las calles de Hong Kong para pedir elecciones democráticas y el sufragio universal sin restricciones para los comicios que se celebrarán en 2017.

Las movilizaciones estallaron con el anuncio del Gobierno de Pekín que aseguraba que concedería el sufragio universal para Hong Kong si bien preseleccionando a los candidatos que se presentaran.

Los estudiantes comenzaron sus protestas con una huelga universitaria la semana pasada para luego pasar a lo que ya se ha denominado popularmente como la "revolución de los paraguas" en la que cientos de miles de ciudadanos han salido a las calles para pedir libertades democráticas sin restricciones para la isla.