bruselas - El último avión procedente de Jarkov (Ucrania) con restos humanos llegó ayer al aeropuerto de Eindhoven, donde una ceremonia cerró una semana negra para Holanda, que ha perdido a al menos 193 compatriotas en el vuelo de Malaysia Airlines MH17.

De Eindhoven los restos serán transportados por carretera hasta la base de Hilversum, donde un equipo de especialistas forenses de Holanda y otros países realiza el proceso de identificación, una tarea que puede demorarse durante semanas o meses. Las dos aeronaves militares de Holanda y Australia, los dos países con más víctimas entre los 298 ocupantes del avión muertos en la tragedia aérea, comenzaron el pasado miércoles a transportar los restos desde el aeropuerto de Járkov, bajo control de Ucrania.

Holanda y Australia quieren desplegar una misión policial y militar en la zona del desastre con el apoyo de la ONU. La Policía de los Países Bajos, además, hizo esta semana un llamamiento dirigido a “personas que puedan estar en posesión de material asociado al accidente”, según un comunicado. Los expertos holandeses consideran que tener imágenes recientes de la zona cero del desastre podría ayudarles a reconstruir el escenario, por lo que han divulgado el llamamiento, además de en holandés, en los idiomas ruso y ucraniano.

El primer ministro australiano, Tony Abott, informó ayer de que todavía quedan restos del siniestro en suelo ucraniano. Uno de los investigadores enviados a la zona por Malaysia Airlines señaló a la prensa que podrían pasar semanas hasta que todos los restos de cuerpos que quedan por hallarse en el perímetro de seguridad sean efectivamente repatriados. - Efe