berlín. La canciller alemana, Angela Merkel, comenzó a ser espiada por la Inteligencia estadounidense hace más de una década, pese a lo cual el presidente Barack Obama le aseguró no estar al tanto de las escuchas, según nuevas revelaciones aparecidas en medios de ambos países. El semanario Der Spiegel, que destapó esta semana el escándalo, asegura en su edición de hoy domingo que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) pinchó el teléfono móvil de la canciller ya en 2002. También The New York Times aseguraba ayer que era espiada desde hace cerca de diez años.

La revista alemana basa su información en una lista de objetivos de espionaje extraída de un archivo secreto de la NSA. Merkel figura como GE Chancellor Merkel y el tipo de vigilancia no se especifica.

La líder cristianodemócrata fue elegida canciller en 2005, unos tres años después de que comenzaran las supuestas escuchas. The New York Times se pregunta qué buscaba el gobierno del entonces presidente George W. Bush con el espionaje a la canciller y cómo pudo ocurrir que Obama, su sucesor en la Casa Blanca desde 2009, "al parecer no supiera nada de lo ocurrido incluso después de cinco años en la presidencia".

Así lo afirmó el propio mandatario en la conversación telefónica que mantuvo el miércoles con Merkel después de que los medios difundieran el supuesto espionaje, publica hoy el dominical Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung sin precisar fuentes. Si la declaración fuese cierta, el presidente estadounidense habría admitido así implícitamente la posibilidad de que la NSA espiara el teléfono móvil de Merkel en el pasado.

El gobierno en Berlín rechazó ayer comentar el artículo. "No informamos sobre conversaciones confidenciales", señaló un portavoz. El caso siguió generando ayer controversia en Alemania. El jefe del partido poscomunista La Izquierda, Gregor Gysi, reclamó que se interrogue como testigo al informante y ex agente de la NSA Edward Snowden y que se lo acoja en Alemania. Por el contrario, el fiscal general alemán descartó por el momento tomar declaración a Snowden, que se encuentra en un sitio de Rusia no precisado. "No puedo viajar a Moscú y sentarme en el aeropuerto a esperar que el señor Snowden pase por ahí", dijo Harald Range.