Boston. Al menos dos personas murieron ayer y otras 100 resultaron heridas en dos explosiones registradas junto a la línea de meta del popular maratón de la ciudad de Boston, en Massachusetts (EEUU), la carrera de este tipo más antigua del mundo (celebraba su 117 edición). Aunque a la hora de cerrar esta información los datos no estaban claros, la policía y el FBI trabajan sobre la hipótesis de que se trate de una oleada de atentados terroristas ya que al menos otros dos artefactos fueron desactivados en las inmediaciones del recorrido del maratón mientras cerca de una hora y media después de la primera deflagración, una quinta bomba hacía explosión en las cercanías en la biblioteca pública JFK. El hecho de que este edificio esté situado justo enfrente del hotel Fairmont Copley Plaza, donde se localizó la primera detonación, reafirma la tesis de una bomba trampa.
A media noche (hora española) el Departamento de Policía de Boston había confirmado la muerte de dos personas y mientras otras 100 permanecían heridas, algunas de las cuales fueron trasladadas al Hospital General de Massachusetts. De todas maneras otras informaciones, como las publicadas por el New York Post, hablaban de 12 muertos y más de 100 heridos.
Junto a la meta Las principales cadenas de televisión del país mostraron durante toda la noche las imágenes de las primeras explosiones, de los servicios de emergencia actuando en el lugar y de los numerosos destrozos en la calle y los edificios cercanos. Un testigo ocular explicó a la cadena Fox News que vio al menos a tres personas muertas, y varios testigos afirman haber visto a personas mutiladas y ensangrentadas.
Las autoridades investigan el origen de las explosiones, que tuvieron lugar en torno a las 15.00 hora local (21.00 hora española), cuando había corredores cruzando la línea de meta y decenas de espectadores. Las explosiones se escucharon, según los testigos, cerca de la línea de meta de la carrera al lado del Hotel Fairmont Copley Plaza, sede de la organización del evento y que fue inmediatamente cerrado. Otro hotel, el Lenox, también fue evacuado ya que allá y según las autoridades, es dónde se encontró uno de los dos artefactos de fabricación casera que no explotaron.
alerta Ante la tesis de un posible ataque terrorista coordinado, la policía de Nueva York y la de Washington elevaron el estado de alerta aumentando la vigilancia en algunos puntos claves de ambas ciudades, incluyendo hoteles, monumentos emblemáticos y la red de transporte público. El comisionado adjunto de la policía neoyorquina, Paul Browne, en una declaración pública explicó que unidades antiterroristas eran las que estaban protagonizando el despliegue. El millar de agentes asignados a estos grupos en la capital financiera estadounidense fueron movilizados, según confirmó Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York.
Por su parte el presidente Barack Obama, que fue informado inmediatamente de las dos explosiones, ordenó apoyar las tareas de investigación y respuesta, con todos los medios a nivel federal. Obama llamó al alcalde de Boston, Tom Menino, y al gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, para "expresar su preocupación por lo sucedido.