MADRID. La polémica por la portada del periódico New York Post del pasado martes en la que una fotografía recogía los instantes previos a la muerte de un hombre arrollado por el metro de Nueva York ha encendido las redes donde se cuestiona la actitud del fotógrafo ante una situación tan dramática.

En la foto de portada del periódico se podía ver a un hombre colgado del arcén segundos antes de morir arrollado por una unidad de metro junto a un titular que en grandes letras rezaba "condenado". La imagen ha levantado fuertes críticas tanto en las redes sociales como en otros medios estadounidenses, mientras que el fotógrafo responsable de la instantánea asegura que hizo lo que pudo para salvar al hombre. La polémica foto es obra del fotógrafo freelance R. Umar Abbasi, que estaba en el andén en el momento en que un hombre, al que la Policía ya ha detenido, empujó a la víctima a las vías del tren tras protagonizar una discusión con él que fue grabada por otra de las personas que estaban en ese momento en la estación de metro de la calle 49. La víctima es Ki Han Suk, de 58 años, a quien un presunto atracador había empujado a las vías.

Tal y como se puede ver en las imágenes publicadas por New York Post, tras ser arrojado a las vías, el hombre trató de volver a subir al andén antes de que llegara el metro, sin que ninguna de las personas que en ese momento estaban en la plataforma le prestaran ayuda para ponerse a salvo.

El fotógrafo, que venía de cubrir un acto en Times Square, recogió en varias instantáneas el momento justo antes de la muerte del hombre, con el metro entrando en la estación. Tanto la actuación del fotógrafo como la del diario, que decidió publicar las fotografías, han sido duramente criticadas en las redes sociales y en otros medios estadounidenses que han cuestionado el interés periodístico de estas instantáneas, así como la decisión del fotógrafo de tomar las imágenes en lugar de ayudar al hombre a salir de la vía. Desde el martes todo el mundo se pregunta por qué nadie hizo nada para salvar a aquel hombre y muchas personas se cuestionan "qué clase de persona con sangre fría" había sido capaz de tomar una instantánea antes que soltar la cámara y acudir corriendo para intentar salvarlo.

En un artículo publicado ayer en New York Post, el fotógrafo asegura que está "sorprendido" por las críticas que han levantado las fotos y afirma que hizo lo que pudo para salvar al hombre. R. Umar Abbasi explica que su intención al disparar el flash de la cámara no era sacar la instantánea sino advertir con los fogonazos al conductor del tren.

"Ellos no estaban allí. No tienen ni idea de lo rápido que sucedió todo", señala el fotógrafo. Asimismo, asegura que lo único que hizo fue correr hacia el tren disparando el flash sin preocuparse de lo que saldría en las fotos. "La verdad es que no pude llegar donde estaba el hombre. Si hubiera podido, lo habría hecho", señala Umar Abbasi en el periódico antes de asegurar que desde que presenció el suceso no puede dejar de verlo una y otra vez en su cabeza.

En sus explicaciones sobre lo ocurrido también recuerda que había otras personas más cerca de las vías que él en el momento del accidente, como de hecho se ve en las fotografías, y "nadie hizo nada". El fotógrafo también explica cómo, justo después del suceso, las personas que estaban en la estación se abalanzaron al borde del andén con sus móviles para sacar fotos y vídeos al hombre.

"La gente piensa que tuve tiempo para configurar la cámara y tomar fotos, y eso no es así. Yo corrí hacia el tren pero no llegué a tiempo", lamenta el fotógrafo. Según su versión, una joven médico llegó inmediatamente, la multitud se acercó con sus teléfonos e intentaron grabar al hombre arrollado. Él les gritó que dejaran espacio para que pudiera trabajar y ella le dio las gracias, narra Abbasi.