tampa
PRESIDENCIAL" fue el calificativo más comedido que le otorgaron medios tradicionales y redes sociales al discurso que la exjefa de la diplomacia de la por lo demás denostada última administración republicana, la de George W. Bush, pronunció en el marco de la Convención Republicana en Tampa, Florida. Para el diario The Washington Post, Rice incluso "eclipsó" a la estrella designada de la jornada, el congresista Paul Ryan, consagrado como candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano con la bendición de las facciones más conservadoras del partido, ampliamente presentes en Tampa. En un discurso en prime time, horario estelar televisivo del país, Rice mantuvo la noche del miércoles de pie y en constante ovación al foro de la reunión nacional republicana que ayer concluyó sus sesiones.
Durante una alocución a veces ahogada por los aplausos del foro, Rice demostró su capacidad de encandilar dialécticamente incluso a aquellos que no coinciden con sus ideas, consideradas uno de los máximos exponentes de las teorías neocon que llevaron a Estados Unidos a guerras como la denostada de Irak que, paradójicamente, no hallaron espacio en su largo discurso. No importó.
De hecho, hasta la cadena MSNBC, considerada de las más pro-demócratas, no dudó en calificar de "poderoso" el discurso de Rice y de revivir la posibilidad de una candidatura presidencial de la exjefa de la diplomacia para 2016. Y no fue la única. "Sí, estoy en desacuerdo con muchas cosas que dijo Rice, y en el lugar donde la palabra 'Irak' debería haber estado hubo un agujero. Pero el suyo fue más el discurso de un potencial jefe supremo que el de Ryan", coincidía el también columnista progresista del Post E.J.Dionne.
Analistas resaltan además que con Rice como candidata presidencial, el Partido Republicano se apuntaría no pocos tantos. Y es que Rice es mujer y afroamericana, lo que mata varios pájaros de un tiro al constituir un potencial imán para sectores del electorado estadounidense tradicionalmente más alejados de la formación conservadora. De hecho, una Rice presidente -o presidenta- hasta superaría por fuerza de género el ingreso en la historia de Obama como primer afroamericano en la Casa Blanca. No le perjudica siquiera el haber sido una protagonista clave de la denostada administración Bush.