Londres. El Parlamento británico aseguró ayer que el magnate Rupert Murdoch "no es apto" para dirigir una empresa y puso en cuestión el futuro de sus negocios en el Reino Unido, en especial su golosa participación en el operador de televisión BSkyB. La Comisión de Cultura y Medios de Comunicación dio a conocer un demoledor informe sobre el caso de las escuchas ilegales practicadas en el periódico News of the World de Murdoch, clausurado el pasado julio tras la detención de decenas de sus empleados.
Los diputados, presididos por el conservador John Whittingdale, consideran que el empresario, que también posee periódicos como The Times y The Sun en el Reino Unido, hizo "la vista gorda" a las irregularidades que se cometían en la publicación y encabezó una cultura interna de encubrimiento. Tras conocer estas conclusiones, el regulador británico de telecomunicaciones, Ofcom, dijo que "sopesará" el informe a la hora de decidir si News Corporation, que controla el 39% de BSkyB, "es apta" para administrar esa licencia.
La participación de News Corp. en la plataforma digital, que tiene 10 millones de clientes en el país, ha sido cuestionada desde que estalló el escándalo de las escuchas, que obligó a la empresa a abandonar sus planes de hacerse con la totalidad de las acciones. A su vez, el grupo del magnate australiano precisó en un comunicado que estaba "estudiando cuidadosamente" el informe, al tiempo que reconoció "los destacados errores" ocurridos en News of the World y reiteró sus disculpas a las personas cuya privacidad fue invadida por los "pinchazos" de los periodistas.
Aunque supone un innegable revés para el imperio Murdoch, el informe difundido ayer ve disminuida su fuerza por el hecho de que el dictamen sobre el magnate no se alcanzó por unanimidad, sino que fue apoyado por seis diputados laboristas y liberaldemócratas y rechazado por cuatro conservadores. Según la parlamentaria tory Louise Mensch la votación se efectuó "en líneas políticas", lo que "resta credibilidad" al documento.
Cuestiones políticas Los laboristas deseaban mostrarse implacables con la supuesta corrupción del multimillonario, mientras los conservadores del primer ministro británico, David Cameron, deben ser cautos dado que el ministro de Cultura, Jeremy Hunt, está en la cuerda floja por un supuesto trato de favor a Murdoch en su antigua opa por BSkyB. El informe asegura también que News Corp. es culpable de "enormes errores de gobernanza interna" y que la ineficacia de Murdoch para resolver la situación dentro de su empresa "claramente plantea cuestiones sobre su propia competencia".
"En base a las pruebas frente a esta comisión, concluimos que, si en los momentos relevantes, Rupert Murdoch no tomó medidas para estar completamente informado sobre las escuchas es que hizo la vista gorda y mostró ceguera voluntaria sobre lo que sucedía en sus empresas y publicaciones", sentencian los diputados. Según la comisión, esta cultura de encubrimiento traspasó a toda la organización, lo que condujo a errores de gestión que llevan a concluir que Murdoch "no es apto para dirigir una gran compañía internacional".
Los parlamentarios también ponen en duda la competencia de su hijo James Murdoch, hasta su dimisión en febrero presidente de News International (NI), filial europea de News Corp. y editora de sus periódicos en el Reino Unido. En su comparecencia ante la comisión, padre e hijo aseguraron que no tenían conocimiento de que la práctica de las escuchas, que debía haberse zanjado en 2007 con el encarcelamiento de dos empleados del News of the World, estuviera extendida dentro de la publicación. El propio Murdoch testificó en julio de 2011 junto a su hijo James ante la comisión del Parlamento británico a causa del escándalo y habló del "día más humilde" de su vida.