bruselas. Bélgica quedó paralizada por la huelga general convocada por los principales sindicatos en protesta por los planes de austeridad, y que incluyen el retraso de la edad de jubilación, así como una reducción en las prestaciones por desempleo.
La huelga afectó tanto los ciudadanos de a pie (ya que no funcionaron los trenes, metros, autobuses o tranvías) como a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), quienes para asistir a la cumbre de ayer en Bruselas aterrizaron en una base militar en lugar de en el aeropuerto de Zaventem, donde se anularon y cancelaron decenas de operaciones.
Los sindicatos belgas aprovecharon el escaparate de la cumbre, que reúne una superpoblación de periodistas en la capital belga y europea, para dar a conocer sus reivindicaciones. Así, los trabajadores criticaron que "se quiera salir de la crisis por la vía de los recortes, en vez de por el crecimiento y la apuesta por el empleo", señaló Jan Vercamst, portavoz de la Central General de Sindicatos Liberales de Bélgica (CGSLB).
Vercamst y el resto de portavoces y secretarios generales de los sindicatos belgas se reunieron ante el edificio del Consejo de la UE, donde se celebraba la cumbre, para protestar y exponer sus reivindicaciones. Los sindicatos portaban pancartas en forma de billete de euro con la expresión "euro-obligaciones". Su objetivo no era reclamar la aprobación de unos títulos de deuda a nivel europeo, los eurobonos, sino reclamar a los políticos europeos "medidas de responsabilidad con Europa", dijo Vercamst.
El secretario general de la Confederación de Secretarios Cristianos (CSC), Claude Rolin, lamentó que las políticas de austeridad se hayan extendido por toda la UE y señaló como culpable al respecto de la canciller alemana, Angela Merkel. "¿Qué le diría a Merkel?, pues le diría que se equivoca con sus recortes. Que está poniendo en peligro a Europa. Que Alemania no es modelo de nada porque lo que están consiguiendo es a costa del resto de países", dijo Rolin.
Se trata de la segunda huelga general en un poco más de un mes y, como ayer, si bien las escuelas y hospitales mantuvieron servicios mínimos, el transporte quedó paralizado. Tampoco funcionaron los trenes de alta velocidad que unen Bruselas con París y Amsterdam y Londres, mientras que el aeropuerto de Charleroi, al sur de Bruselas y el segundo del país, estuvo cerrado.