PEKÍN. En las redes sociales más populares del país, como Renren, QQ, o Sina Weibo, se han publicado anuncios solicitando donantes de óvulos a las que se promete pagar cientos de dólares, lo que ha atraído a muchas universitarias, en un país donde tener estudios superiores sigue siendo un símbolo de alto estatus social.
Uno de los anuncios, por ejemplo, pide a una chica de más de 1,60 centímetros de altura y ojos bonitos: "Las estudiantes que no sean de la Universidad Tsinghua o Pekín, por favor, abstenerse", señala.
De responder al aviso, la interesada en vender sus óvulos ha de rellenar un formulario con sus datos médicos, pero las agencias compradoras no firman ningún contrato con ella para, según indican las empresas, proteger la intimidad y la seguridad de ambas partes.
Además existen webs dedicadas a este comercio ilegal, con nombres como "Dandan Wang" ("la red del huevo"), "Qiu aixin juanluan" ("pedimos amor, dona un huevo") o "Yangguang daiyun" ("la red del sol sustituto"), donde se concertan citas con universitarias de entre 20 y 30 años para ponerlas en contacto con posibles compradores de óvulos, normalmente parejas de unos 40 años.
Según las informaciones, el tener doble párpado en los ojos (algo que en Oriente es poco frecuente, y que a aquéllas que sí lo tienen les hace parecer algo más "occidentales") o ser de determinados tipos sanguíneos, como el B o el C, son una ventaja para las interesadas en vender sus óvulos.
En China es ilegal comprar estos óvulos, o incluso recibirlos gratis, por lo que sólo las mujeres que tengan óvulos extras luego de ser sometidas a fertilización in vitro pueden donar sus óvulos de manera legal.
Según los medios chinos, las agencias vendedoras de óvulos reciben entre 50.000 y 100.000 yuanes (7.800-15.000 dólares) por óvulo.