PEKÍN. Las fuerzas de seguridad chinas reprimieron ayer con celeridad manifestaciones en varias ciudades del país, inspiradas al parecer en las revueltas populares en Túnez y Egipto. Las fuerzas policiales acudieron con antelación a los lugares en los que se habían convocado las protestas, en uniforme y de civil. No se sabe cuántas personas participaron en las manifestaciones. La policía disolvió una reunión de cientos de personas que se habían reunido frente a un restaurante de fast food en la calle comercial de Wangfujing en Pekín, informó la agencia oficial Xinhua.

Algunos vídeos de ésta han sido colgados en Internet, bajo el título revolución del jazmín, aunque alguno no puede verse en China, ya que está alojado en YouTube, una web bloqueada por las autoridades.

En el vídeo y las fotos que se ofrecen en Boxun pueden verse a cientos de personas en Wangfujing, aunque es difícil determinar cuántos de ellos eran realmente manifestantes, ya que se trata de una calle habitualmente muy concurrida y muchos de ellos podrían ser simplemente curiosos atraídos por la fuerte presencia policial y de periodistas que sabían de la convocatoria.

Según la agencia oficial Xinhua, no hubo enfrentamientos violentos cuando los agentes de policía acudieron al lugar de la protesta, pues según la información la gente "se dispersó cuando la policía llegó para mantener el orden".

Una hora después las fuerzas de seguridad habían disuelto la concentración. La policía precedió de forma similar en Shangai contra una multitud. Tres manifestantes fueron detenidos. Según relataron testigos, un hombre que había empezado a pronunciar un discurso ante los manifestantes desapareció cuando llegó la policía, informó la agencia de noticias Xinhua. Activistas desconocidos habían convocado antes en internet a una revolución de los jazmines similar a la tunecina y la egipcia, con manifestaciones en 13 ciudades chinas a las dos de la tarde hora local. Según informaciones del centro para derechos humanos y democracia de Hong Kong, más de 100 activistas chinos fueron puestos bajo arresto domiciliario o custodia policial. En los buscadores de Internet chinos se bloqueó el término "jazmín". La página web Boxun, que opera desde el extranjero, fue paralizada por ataques de hackers después de informar sobre las protestas. La convocatoria había sido difundida por varios canales de internet, donde se demandaba además el fin del gobierno unipartidista y aparecían pedidos de libertad, democracia y reformas políticas. No obstante, ayer el portal volvía a funcionar de forma provisional y recogía los relatos de los hechos de testigos en distintas ciudades del país. El sábado el jefe de Estado y de partido chino Hu Jintao había llamado a "resolver los problemas más destacados que podrían dañar la armonía y la estabilidad de la sociedad". En un seminario para funcionarios de ministerios y autoridades provinciales el presidente exigió que "factores no armónicos fueran reducidos al mínimo".

Se trata de la primera protesta que se produce en China como eco de las que estos días ha habido en Túnez, Egipto, Yemen, Libia, Bahrein y otros países árabes, y que en los dos primeros casos han causado la caída de dictaduras que llevaban varias décadas en el poder.

El Gobierno chino teme que en los próximos meses aumente la inestabilidad social, más que por circunstancias políticas por la creciente inflación en el país, que ha producido aumentos de precios de los alimentos de hasta el 10% interanual y una subida del IPC del 4,5% el pasado enero.