ROMA. El Papa ha sostenido que en este año "las tensiones y las divisiones han crecido" y que "la violencia no lleva a ningún progreso", tras recordar el Sínodo de Medio Oriente celebrado el pasado octubre en el Vaticano. Según ha asegurado Benedicto XVI, los cristianos "son la minoría más oprimida y atormentada" en los territorios de Medio Oriente.

Además, ha manifestado que la Iglesia es testigo "de actos de violencia" que no respetan "lo sacro" y destruyen "las reglas más elementales de la humanidad". Sin embargo, ha insistido en que el Sínodo ha desarrollado un "gran concepto del diálogo, del perdón y la acogida" que ahora la Iglesia "quiere gritar al mundo".

Por otra parte, ha recordado el escándalo de los abusos sexuales cometidos por parte del clero, que han salido a la luz en el año en que la Iglesia celebraba el 'Año Sacerdotal'. Según ha asegurado Benedicto XVI, los abusos sexuales por parte del clero son "la herida abierta de la Iglesia". En todo caso, ha instado a los cristianos a acoger "esta humillación como una exhortación a la verdad y una llamada a la renovación".

El Pontífice ha declarado ante la Curia Romana que la Iglesia "debe interrogarse" sobre "qué puede hacer para reparar la injusticia" y "en qué se ha equivocado en el anuncio" del Evangelio. Según ha recordado Benedicto XVI, la Iglesia "debe ser capaz de penitencia" y esforzarse "en la preparación al sacerdocio" para que algo así "no vuelva a ocurrir".

Sin embargo, el Papa ha dado las gracias "a tantos buenos sacerdotes" que transmiten su fe "con humildad y fidelidad" y que "en medio de la destrucción" son "testigos de la belleza no perdida del sacerdocio". Por ello, Benedicto XVI ha asegurado que este Año Sacerdotal "se ha desarrllado de forma diferente" a como se había pensado, pero que "se ha renovado la conciencia del don que representa el sacerdocio" en la Iglesia Católica.

Benedicto XVI ha recordado su viaje a Reino Unido y ha insistido en que es necesario un verdadero "consenso moral" de base que congregue "a todos los hombres de buena voluntad". Además ha declarado que sus otros viajes a Malta, Portugal o España, la Iglesia "ha podido ver" que la fe "no es algo del pasado" sino un "encuentro con Dios" que "vive y actúa ahora" y llama a los cristianos "a su causa".