Londres. Los jóvenes que se manifestaron ayer en Londres para protestar contra el incremento de las tasas universitarias atacaron unas oficinas del Gobierno y el coche en el que viajaba el príncipe Carlos de Inglaterra, después de que la polémica iniciativa legislativa recibiese la luz verde de la Cámara de los Comunes. Un grupo de manifestantes rompió una ventana y pintó con grafiti las paredes de un edificio cercano al Parlamento, en Westmister, y se encaramaron a una estatua de Winston Churchill. Durante los disturbios, otro grupo atacó el coche en el que viajaban el príncipe Carlos y su esposa, Camila Parker, aunque ambos salieron ilesos. Foto: efe