El aire acondicionado es un elemento muy importante de cualquier coche. Al margen de su función técnica, que es mantener una temperatura agradable y templar el vehículo, también es fundamental para evitar que los cristales se empañen y así conducir con seguridad.

No obstante, a veces se ignoran aspectos de su mantenimiento. Por eso mismo, es importante entender bien cómo funciona y cuáles son los cuidados que requiere para poder sacarle provecho, para mantenerlo en buen estado y evitar averías. 

El aire acondicionado

El elemento más importante de este dispositivo es el compresor. Considerado el corazón del sistema, es uno de los más complicados de sustituir. Exige refrigerante en niveles adecuados, filtros limpios y una reparación muy cuidadosa. 

De no ser así, podría desgastarse antes de lo debido y dañar al funcionamiento del coche. Y, por ende, afectar al bienestar del conductor y los viajeros. 

El error común de apagar el motor sin desconectar el aire

Hay un gesto frecuente y que resulta muy perjudicial para el funcionamiento del coche. Se trata de apagar el motor del vehículo mientras el aire acondicionado continúa funcionando. Por muy inofensivo que parezca, puede tener consecuencias en el sistema de climatización y el coche en general. 

Como resultado, el compresor, que depende del funcionamiento del motor, se detiene forzosamente si no se ha apagado el aire acondicionado. Por si fuera poco, los componentes corren el riesgo de deteriorarse antes de lo debido. 

Además, al estar encendido y verse obligado a abastecer a todo el sistema, el aire acondicionado sobrecarga la batería del coche. Esto implica que, cada vez que este se enciende con el aire encendido, hay más peligro de fallos técnicos. 

Una persona utilizando el aire acondicionado del coche Freepik

Buenos hábitos para mantener el sistema en forma

Para evitar problemas, los expertos aconsejan apagar el aire acondicionado unos minutos antes de detener el motor. Así el sistema del coche se estabiliza y la batería sufre menos carga de trabajo. Del mismo modo, evitamos el impacto mecánico sobre el compresor y así evitamos la condensación de los conductos. 

Otro aspecto a vigilar es el mantenimiento regular del vehículo. Si llevamos el coche a un taller, un técnico podrá analizar el nivel de refrigerante y recargarlo si es necesario. Si el nivel estuviese bajo, haría trabajar en exceso al compresor y acortar su vida útil. 

También se aconseja mirar bien los filtros de aire cada 10.000 a 15.000 kilómetros, según las indicaciones del fabricante. Los filtros sucios reducen el flujo del aire y fuerzan el sistema. gastando mucha más energía y desgastando el coche. 

El aire acondicionado de un vehículo. Archivo

No lo dejes inactivo en invierno

Aunque durante los meses de invierno el aire acondicionado apenas se usa debido a las temperaturas externas, no está de más encenderlo de vez en cuando. Con este movimiento, se mantienen activos tanto los lubricantes como el gas refrigerante, de modo que las juntas y válvulas no se rescatan o atacan por la falta de uso.Así, podremos mantener el aire acondicionado en buen estado a lo arreglo de todo el año.