Es bastante frecuente escuchar mensajes de que debemos cambiar de coche porque los antiguos contaminan mucho y no se les va a permitir acceder a muchas ciudades, porque suponen un riesgo en la carretera o porque encadenan averías que obligan a gastar demasiado dinero en reparaciones.

Pero lo que mucha gente no sabe es que, aunque parezca paradójico, si su coche es antiguo de verdad (y está bien conservado) puede beneficiarse de algunas ventajas económicas y logísticas que resultan bien interesantes. Unos beneficios que llegan si lo consigue matricular como vehículo histórico.

Requisitos obligatorios

Para ello debe cumplir unos requisitos obligatorios, especificados en el Reglamento de Vehículos Históricos, publicado en el BOE:

- Tiene que haber sido fabricado o matriculado por primera vez con una anterioridad mínima de 30 años.

- Tiene que haberse dejado de producir.

- Tiene que estar en su estado original y no haber sido sometido a ningún cambio fundamental en cuanto a sus características técnicas o componentes principales, como motor, dirección, frenos, suspensión y carrocería.

La inconfundible silueta de un 600. Freepik

También existe la opción de declarar un vehículo como histórico si está incluido en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o declarado Bien de Interés Cultural; si perteneció a una personalidad relevante o intervino en un acontecimiento histórico; y si es considerado como vehículo de colección por sus características, singularidad o escasez.

¿Qué tengo que hacer?

Antes de poder solicitar la matrícula histórica en la DGT hay que llevar el coche a que sea inspeccionado en un laboratorio oficial acreditado por el órgano competente de la comunidad autónoma y que este último dicte una resolución favorable al respecto, catalogándolo como histórico. A continuación debe pasar la ITV y es entonces cuando ya se podrá acudir a la Jefatura Provincial de Tráfico para solicitar su matriculación como vehículo histórico.

Ventajas de matricular un coche como histórico

Una vez que el coche esté matriculado como histórico su propietario se beneficiará de unas ventajas. La primera es que queda exento de pagar el impuesto de matriculación, pero además no tiene que pasar la ITV cada año, como correspondería a un vehículo de más de 30 años, sino en un plazo que varía entre los dos o cinco años según la antigüedad del coche. También tiene beneficios a la hora de contratar un seguro, ya que las pólizas que se ofrecen son más económicas si el vehículo está catalogado como histórico que si simplemente se considera un coche viejo.

Nuevo reglamento para este año

Además, las comunidades autónomas, la DGT, el Ministerio de Industria y la Federación Española de Vehículos Antiguos están trabajando en un nuevo Reglamento de Vehículos Históricos, que se prevé que llegue en un plazo coro de tiempo y que sustituya al actual de 1995. Entre otras novedades, se facilitará el proceso de matricular el vehículo como histórico y se abaratará. Además, se permitirá a estos coches acceder a las zonas de bajas emisiones (ZBE), en las que no podrían entrar al no poder conseguir la etiqueta, siempre que el uso sea esporádico (hasta 30 días al año).

Por último también cambiará la periodicidad de la ITV. Habrá que pasarla cada dos años si el vehículo tiene entre 30 y 40 años; cada tres años si tiene entre 40 y 45; cada cuatro años si tiene más de 45; y queda exento de la ITV si está fabricado o matriculado antes de 1950.

Documentación necesaria

Hay que presentar el DNI; rellenar el impreso de solicitud de matriculación; el documento de la comunidad autónoma que cataloga el coche como histórico; la tarjeta de la ITV; cuatro fotos en color de los dos laterales y las partes delantera y trasera; el permiso de circulación si todavía sale a la carretera; pagar la tasa 1.1 (unos 100 euros); y acreditar el pago del justificante del pago o exención del Impuesto de Circulación del Ayuntamiento. Durante los trámites el coche no se puede conducir salvo que se soliciten unas placas temporales.