La industria propone automóviles cada vez más sugestivos, eficientes y seguros. Ustedes ofrecen máquinas casi perfectas cuyo funcionamiento va requiriendo menos intervención del ser humano. Pese a ello las venden preguntando “¿Te gusta conducir?”

-La intervención humana sigue siendo tan necesaria como siempre y seguirá siéndolo durante muchos años. Lo que sí es cierto es que el coche cada vez asiste de manera más eficaz a los posibles errores humanos para evitar accidentes o minimizar los daños una vez que se han producido. La seguridad es una parte implícita del “¿Te Gusta Conducir?”, que no se cierra únicamente a las máximas prestaciones o la dinámica, sino que integra cada pilar de nuestra casa.

El futuro parece inexorablemente ligado a la conectividad. ¿Cómo afronta BMW Group esta circunstancia?

-El coche conectado es una realidad y está presente en todos los segmentos del mercado, desde la propuesta más funcional a la más exclusiva. Lo que hacemos es ver cómo podemos adecuar esa realidad de la conectividad dando un valor real a nuestros clientes. Es lo que llamamos ConnectedDrive. Déjeme darle un ejemplo: todos los automóviles nuevos, por ley, van a tener que llevar incluida una tarjeta SIM que conecte al coche con servicios de emergencia en caso de accidente. En BMW no sólo vamos a ser los primeros en estandarizar dicha tarjeta (mucho antes de lo que obligue el legislador), sino que usamos las posibilidades que nos da dicha tarjeta SIM para, por ejemplo, poner a su disposición un teléfono de asistencia que le informe de hoteles, restaurantes, farmacias? todo lo que usted desee y que, incluso, se lo mande de forma automática a su ordenador.

En ese porvenir tecnológico, ¿qué papel se reserva a la clientela?

-En los últimos años hemos adaptado nuestra red de concesionarios a nuevos estándares y una de las bases de esta profunda reestructuración es lo que llamamos la ‘Experiencia 10’ del cliente. El objetivo es lograr que nuestros clientes vivan una experiencia diferenciada y excepcional en cualquier interacción con nuestras marcas. Para ello contamos con nuestros socios, la red de concesionarios actual, formada por sólidos profesionales atentos a la importancia del cliente como persona tanto en el proceso de venta como en el de postventa.

¿Y cuál es la relación de su compañía con la sociedad en general?

-Como parte de la sociedad que somos, realizamos varios programas orientados al apoyo de los jóvenes talentos. Una de las iniciativas más longevas -este año en su 30 edición- es el Premio BMW de Pintura, con un elevado prestigio en el mundo del arte. Por otra parte, este mismo año celebramos la segunda edición de ‘¿Te Gusta Aprender?’, proyecto en el que becamos a 27 jóvenes desempleados: les ofrecemos formación universitaria a través de un Máster y trabajo en nuestra sede central en Múnich durante un año, para mejorar su empleabilidad cuando vuelvan. La primera edición fue un éxito total y en el primer mes desde que anunciamos la intención de realizar un segundo programa, se apuntaron un 40% más que la primera vez. Estamos muy orgullosos de poder contribuir, con nuestra aportación, a la sociedad en la que vivimos.