Podemos decir que hemos dejado atrás otro verano, un verano que no vamos a olvidar fácilmente debido a las medidas de sanidad y el uso de mascarillas. Un verano del que de mejor o peor manera hemos intentado disfrutar y en el que, si por descuido no protegiste tu melena, aquí van unas pautas para recuperarla.
Aunque es cierto que mucha gente no ha pisado la playa ni acudido a la piscina, y por tanto parece que no ha expuesto su melena directamente al sol, quien más o quien menos sí que habrá dado largos paseos o disfrutado en alguna terraza al aire libre, y por tanto este es un buen momento para que todos prestemos especial atención al cabello, para repararlo y que recupere su calidad y belleza. Es algo perfectamente posible, aunque eso sí, requiere un poco de dedicación y constancia. Pero merece la pena.
Lo primero que pensamos cuando volvemos de las vacaciones es valorar la opción de cortar el pelo para sanearlo, y en realidad, si así fuese, tendríamos que cortar más de lo deseado, puesto que los daños solares se producen a escasos centímetros de la raíz, aunque visualmente los medios y puntas parezcan los más perjudicados. Por eso mismo, cortar favorece el saneamiento de puntas, recupera la forma del corte y aporta cuerpo a la melena, pero para repararlo del todo debemos usar tratamientos específicos.
Cuidado en el lavado
Lo primero que debemos saber es cómo lavarnos el cabello para eliminar perfectamente la suciedad. Así, hay que prestar atención al masaje, que ha de ser lo suficientemente enérgico para levantar y disolver la suciedad y la grasa, especialmente en la zona del cuero cabelludo, pero a su vez, cuidadoso como para no dañarlo o quebrar el pelo si está dañado. Después, el proceso de aclarado se realizará con abundante agua, sin que esté ni extremadamente caliente ni fría. El agua tibia favorece la absorción de un posterior tratamiento.
El champú es el responsable de la limpieza, pero también de la preparación del cabello para los siguientes productos de cuidado, reestructuración, hidratación, etc. Partiendo de la base de que todos los champús limpian en profundidad, podemos encontrarlos de varios tipos, en función del beneficio que busquemos.
Los mas habituales de encontrar son los champús hidratantes. Es una línea de cuidado que tienen todas las marcas prácticamente, y quizás por ello sea la más demandada cuando queremos reparar el cabello. ¡Pero ojo!, no todo el mundo tiene el cabello deshidratado, aunque lo notemos seco y pajizo. Además su labor, como bien dice su nombre, es hidratarlo y es por ello que no consigue reparar daños mayores. Estos champús están especialmente indicados para cabellos secos o deshidratados por culpa del sol o el cloro, pero sin estar extremadamente dañados.
También podemos encontrar los champús reestructurantes, útiles para reparar las células del cabello proporcionándole fuerza y elasticidad. En el mercado podemos encontrar esta gama con diferentes tecnologías para ayudar a reparar el cabello junto a sus tratamientos correspondientes.
Por su parte, los champús naturales se han abierto un importante hueco entre los cosméticos y su demanda se ha disparado debido al creciente movimiento por lo natural y vegano. Aunque podemos encontrarlos para diferentes necesidades del cabello, la mayoría de ellos son sin siliconas ni parabenos. Además, existen productos con ingredientes que han evolucionado de combinaciones rudimentarias a fórmulas especializadas, como es el caso de Authentic Beauty Concept, una gama de productos formulados con una combinación de extractos naturales purificados de mango, hojas de albahaca, té verde, nueces pecanas y sirope de arce, entre otros.
Después del lavado
Una vez lavado el cabello con el champú más adecuado pasamos a los tratamientos específicos para su recuperación. Antes de nada hay que saber que con las mascarillas para el pelo, por mucho que se dejen actuar todo el día o incluso se duerma con ellas puestas, no se consiguen mejores resultados. Al contrario, si pecas en exceso puedes sobrecargar el cabello obteniendo una pesadez extrema sin incrementar el beneficio a su salud. También conviene saber que antes de usar cualquier tratamiento es importante quitar la mayor parte de agua del pelo, porque si se aplica la mascarilla con el cabello muy mojado no podrá absorber el producto que necesita.
En el mercado podemos encontrar multitud de productos según la necesidad, así como en diferentes formatos: mascarillas, cremas, acondicionadores, lociones, espumas, sérum... Todos ellos pueden ayudar a tratar el pelo por los daños sufridos tras el verano, aunque de todos ellos, las mascarillas son los productos más importantes si buscamos la regeneración del cabello.
El modo de aplicación es muy sencillo, pero en muchas ocasiones no se realiza correctamente, probablemente por las prisas. Recomiendo hacerlo, como hemos mencionado anteriormente, con el pelo no muy mojado, y por supuesto siguiendo los tiempos que vienen especificados en los envases de cada uno de ellos, para que sus principios activos hagan su función.
Con estas pautas, poco a poco las melenas volverán a recuperar su brillo y salud, y lucirán igual de bonitas que antes.