Si próximamente van a ser madres o padres y andan despistados con el nombre, ahí va una propuesta: Chat Yipiti. Todavía no tengo muy claro que esto no sea un fake como un piano que nos ha colado alguna inteligencia, artificial o no, pero anda el internet loco con el tema. Así que juguemos. Chat Yipiti es, al parecer, el nombre con el que unos padres han inscrito a su hija en el registro en una ciudad colombiana. Padres bromistas o ultrafans de OpenAI y su ChatGPT. O que no acaban de tener claro si esa niña es un ser humano real, un replicante o un producto digital en la nube, que todo podría ser en estos tiempos distópicos que corren (poca broma, un caso llegó recientemente a juicio en Estados Unidos, el de un chaval de 14 años que se suicidó tras haberse enamorado de un chatbot). Estos días he escuchado que el éxito de DeepSeek en China es tal que ya se está usando en hospitales, juzgados y comisarías. Deberíamos temblar ante la mera idea... Volviendo al tema de los nombres, y si el objetivo es la originalidad, yo tiendo más al frikismo clásico. A fin de cuentas, soy de la generación del Halcón Milenario y la cantina de Mos Eisley. Así que creo que me decantaría por poder recrear aquella frase gloriosa –aunque no literal–, ya saben, “Luke, yo soy tu padre”.