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Mesa de Redacción

César Martín

Fútbol

No se crean, que a mí todo esto me pilla de nuevo. Me refiero al Mundial de clubes de fútbol que se disputa en EEUU y que enfrenta a varias decenas de equipos salidos de las mejores competiciones del planeta (y de otras que supongo que no conoce ni el apuntador). La verdad es que se me hace bola intentar informar desde las páginas de este diario de cómo se dibuja la próxima temporada del Deportivo Alavés, con sus fichajes, sus partidos preparatorios y los precios de los abonos y, a la vez, tener que asimilar una nueva competición que me imagino que se ha creado desde las oficinas que rigen el destino del fútbol para facturar unos milloncejos extras, no sea que la gallina de los huevos de oro no dé lo suficiente para pagar caprichos a quienes se dedican a estirar el chicle futbolero at eternum, ahogando al aficionado con partidos hasta en los meses estivales, consagrados antaño a una tregua competitiva y al desarrollo de un descarnado mercado de fichajes o al juego de las selecciones nacionales. En fin, me imagino que en esto del deporte, como en el resto de las disciplinas humanas, cada vez hay menos hueco para la lírica y el romanticismo, claves para entender otrora la mística de la actividad deportiva, hoy resignada a don Dinero.