Blusas y neskas demostraron el día de Santiago que están listos para las fiestas de La Blanca. Durante cinco días volverán a ser protagonistas de unos festejos que no se entenderían sin ellas y ellos por las calles de Gasteiz. Encaramos la cuenta atrás de unas fiestas más paritarias que nunca y en las que las cuadrillas tienen en lista de espera a una nueva generación de neskas y blusas ansiosos por tomar parte activa de las celebraciones por la patrona de Vitoria. Un éxito impensable hace 20 años, cuando el relevo no estaba ni mucho menos garantizado. Pese a los prejuicios que siguen instalados en mucha gente, que se resiste a cambiar su visión rancia y desfasada de lo que son, las cuadrillas han sabido adaptarse a los tiempos, evolucionar y trabajar por unas fiestas en las que hombres y mujeres disfruten y celebren en igualdad. Las cuadrillas no se entienden hoy sin neskas y en este tiempo son muchas las mujeres que lideran o han liderado su actividad, demostrando que espacios que podrían anclarse a la tradición para no avanzar pueden ser punta de lanza de importantes cambios sociales. Como blusa no puedo estar más orgulloso de los compañeros y compañeras que trabajan todo el año para sumergir a la ciudad en una fiesta que forma parte inherente del ADN gasteiztarra.