Señala una de las habituales que a nuestro querido escanciador de café y otras sustancias le ha debido sobrepasar la cosa navideña. Llevamos toda la semana post con la barra llena de pintxos de bonito con mayonesa y crunchy de polvorones, croquetas de turrón blando y torreznos con virutas de frutas escarchadas de roscón. Es que compramos más de lo que necesitamos, señaló ayer uno de los viejillos de nuestro amado templo del cortado mañanero en un momento de cierta calma entre la tempestad. Y es que, ahora que la normalidad ha vuelto a los horarios escolares y en el local no hay tanta savia nueva recordando lo cerca de la muerte que estamos el resto, con la cosa de la nieve casi tenemos la tercera guerra mundial servida. A resultas, uno de los presuntos jóvenes que entra en el sitio y se queja de que no nieva como habían dicho los listos; en esto que uno de los viejillos, nacido por esos mundos de la Montaña, le dice que en Álava lleva nevando ya varios días, que joder con los de la capital, que si no pasa en Vitoria parece que nadie mea; ahí está otro que responde, que ojo cuidado, que esto es un madridcentrismo de libro; así que otro se pone a cantar aquello de capital artificial de un país singular; sin perder de vista que otro apunta que no habéis visto nevar de verdad en vuestra miserable vida...