Estamos sumergidos en el verano, cuando los actos y espectáculos en las calles gasteiztarras están a la orden del día. Pero hay un festival que a mí me tiene maravillada. Se trata del Aztarna Beltza, que se celebra en el Jardín de Falerina, en pleno Casco Viejo de nuestra querida ciudad el fin de semana del 28 al 30 de julio. Un festival que pone en relieve la huella de la música afroamericana. Grupos de calidad indiscutible que no son protagonistas en los festivales masivos, pero que pueden liderar cualquier cartel. Bandas que aunque probablemente no conoces, al verlas te gustan más que las que escuchas habitualmente por otros canales. Aztarna Beltza tiene otro gran objetivo: la sostenibilidad. Su filosofía es dejar las cosas mejor de cómo nos las hemos encontrado. Este año, que se celebra la quinta edición, tenemos tres días llenos de muy buena música, productos alaveses de una calidad suprema y actividades para todos los públicos, ya que también cuenta con talleres para los más txikis y una zona gastro con los mejores productos de la tierra. La entrada es totalmente libre y gratuita. Un festival que tiene unos valores tan positivos y una música que te eriza la piel tendría que ser Patrimonio de la Humanidad. Larga vida al Aztarna Beltza.