Hace unas semanas se conocía el denominado informe PIRLS 2021 que realiza la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo, según el cual los alumnos de 4º de Primaria –9 años– en el Estado han bajado siete puntos en comprensión lectora, respecto a los datos de 2016. He recordado este apunte al leer sobre otra noticia: Suecia ha decidido frenar su plan de digitalización de las aulas. “En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela”, ha explicado la ministra sueca de Educación, preocupada por los once puntos que sus alumnos han descendido en ese informe PIRLS. Por situar: Suecia logró en ese estudio 544 puntos, por encima de la media europea de 528 puntos y de la nota de España, de 522. Líbrenme Dios, Platón o Ironman de meterme en la titánica tarea de pretender desentrañar los misterios de la educación y del sistema educativo, pero quizá me atreva a sugerir que la idea de Suecia puede que no sea mala. Igual va siendo hora –ahora que tanto hablamos de la Inteligencia Artificial y de sus riesgos– de creernos que la tecnología es un medio y no un fin y actuar en consecuencia. Por cierto, me muero de ganas de conocer las opiniones y propuestas de los candidatos del 23-J sobre este tema... Ups.
