Afortunadamente, ya solo quedan unos días para que termine el circo de la moción de censura de Vox. Son ya varias semanas las que este inútil intento de la formación de Santiago Abascal por tumbar el actual Gobierno lleva copando los titulares de los medios de comunicación pese a no tener ninguna opción de salir adelante, y todavía nos queda aguantar lo peor entre hoy y mañana: Ruido, cruces de reproches entre Vox y PSOE, acusaciones de golpismo, comunismo y falta de patriotismo e incluso un discurso de Ramón Tamames que se conoce desde que se filtró la semana pasada. Todo ello con el único propósito de aparecer en televisión, soltar sus proclamas y atacar al rival en año de elecciones, sin ningún programa político y mucho menos una intención de servir a la ciudadanía, que es, en teoría, para lo que fueron elegidos. Mientras los políticos pierden el tiempo en un debate sin ningún interés y con menos trascendencia que un Getafe-Espanyol de la última jornada con ambos equipos salvados, preocupaciones reales de la ciudadanía a las que sí debería dedicarse tiempo como la inflación, el calentamiento global, la violencia de género, la desigualdad, el desempleo o los problemas de la sanidad pública siguen desatendidos.