Cómica que marcó mi generación: Entristecido por su muerte, que conocimos el pasado viernes, llevo todos estos días preguntándome si el humor que usted practicaba pasaría los filtros actuales. En realidad, en muchos aspectos, rompió moldes. Primero, como mujer en una disciplina casi totalmente de hombres, como era la ventriloquia. Y luego, por el discurso de sus muñecos. La colegiala Daisy era una rebelde en toda regla que no se dejaba pisar por los chicos. El león Rodolfo se anticipó en su salida del armario y en su reivindicación de la diferencia. Y Doña Rogelia encarnó antes que nadie el clamor de la España vaciada. Pero algo me dice que hoy la acusarían de ñoña, homófoba, ruralófoba y falta de respeto a los mayores.
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