Howard, en el eje de la planificación del Baskonia

En estos momentos, la entidad gasteiztarra tiene a nueve jugadores con contrato garantizado para la próxima temporada: Trent Forrest, Kamar Baldwin, Timothé Luwawu-Cabarrot, Nikos Rogkavopoulos y Donta Hall tienen firmada su vinculación hasta 2026, Markus Howard, Khalifa Diop y Pavel Savkov hasta 2028 y Tadas Sedekerskis hasta 2029.

Entre todos ellos, el sueldo que sin duda tendrá mayor peso en las decisiones que tome la dirección deportiva encabezada por Félix Fernández a partir de ahora es el de Markus Howard, que el pasado verano firmó un suculento contrato hasta 2028 que lo elevó a lo alto de la tabla de jugadores mejor pagados de la historia del Baskonia.

Medios como Eurohoops tasan los emolumentos percibidos por el escolta norteamericano en cerca de dos millones de euros por temporada, un sueldo de estrella acorde al hecho de ser el máximo anotador de la Euroliga en el momento de la firma del contrato, pero que tras una campaña 2024-25 más terrenal generará opiniones enfrentadas.

Lo que es una realidad es que buena parte del presupuesto dedicado a los gastos en salarios de la plantilla está reservado en estos momentos para una pieza a la que no se ha conseguido sacar este curso el mismo partido que hace un año, cuando fue un jugador diferencial al comandar la tabla de anotadores tanto en la ACB como en la Euroliga.

Si a ello se le suma la presencia de otros dos contratos de larga duración importantes como son el de Tadas Sedekerskis y el de Khalifa Diop, por cuya liberación se abonaron en su día alrededor de 700.000 euros, los recursos a invertir en fichajes y en hipotéticas renovaciones de jugadores son limitados y esa es la principal razón por la que la pasada temporada se optó por manejar una plantilla corta.

Teniendo en cuenta que el papel de Jaramaz, Raieste, Savkov y Ndiaye ha sido residual, Pablo Laso ha limitado generalmente su rotación a únicamente diez jugadores de su confianza, plan que ha podido llevar a cabo en escasas ocasiones debido a diversos contratiempos en forma de problemas físicos, el fichaje tardío de Samanic o los cupos de la ACB.

Lo ideal sería que esa cifra de jugadores válidos para la Euroliga creciera la próxima temporada, más aún teniendo en cuenta que el Baskonia deberá disputar al menos 72 encuentros oficiales al haberse ampliado el torneo continental hasta los 20 equipos. 

Así lo deslizó Pablo Laso cuando se conoció la noticia de la ampliación: “Lo que hay que hacer es construir la plantilla en función de lo que exija el calendario. Si hay 30 equipos en la ACB y 30 en la Euroliga lógicamente voy a necesitar una plantilla más profunda”, dijo.

Decisión vertebral

En caso de mantener a Howard, será difícil conseguir esa plantilla larga que mencionó Laso, por lo que el club deberá decidir si conservar a su gran estrella en nómina o, por el contrario, traspasarlo y aprovechar los ingresos de su venta y el espacio salarial que libere para tener mayor flexibilidad en la creación de una plantilla sin un jugador tan diferencial como él, pero más equilibrada y con mayor fondo de armario.

El escolta estadounidense es sin duda uno de los jugadores más talentosos de la Euroliga, por lo que seguro que no le faltarán ofertas si sale al mercado, ya que sigue teniendo un gran cartel. Las intenciones del jugador, que siempre se ha mostrado muy feliz y agradecido con el club y la ciudad, también tendrán su peso en la decisión.

En caso de que se apueste finalmente por su continuidad, la dirección deportiva y Pablo Laso deberán encontrar la fórmula para que recupere el rendimiento del ejercicio 2023-24 y rodearlo de jugadores que faciliten ese objetivo.

El Baskonia necesita al Howard que anotó 19,4 puntos por choque con un 50,5% de acierto en tiros de dos y un 39,8% en triples en la Euroliga y 19,4 puntos, 49,6% en tiros de dos y 41% en triples en la ACB en lugar del que ha registrado este curso 12,1 puntos en la Euroliga con un 44,4% en tiros de dos y un 33,9% en triples y 15 puntos por choque en la ACB con un 41% en tiros de dos y un 38,3% en triples.

Por ello, una de las decisiones más importantes del verano será si sigue o no el jugador mejor pagado de la plantilla, con talento ofensivo a raudales, pero condicionado por la fragilidad defensiva que sus rivales buscan constantemente castigar. Su continuidad o no, algo que no depende únicamente del Baskonia, tendrá influencia directa en la conformación del resto del equipo.