elebrada cantante: Le hago llegar mi más entusiasta felicitación, no tanto por el vídeo aplaudido con las orejas por sus millones de entregados seguidores, sino por su don de la oportunidad, por su enorme olfato para el negocio artístico y por su capacidad de reciclaje. Menudo exitazo, el pasado domingo, el de ese clip ordeñando (me lo pone fácil) su éxito-fracaso titulado Ay Mamá. Ya, de entrada, me hace sonreír que, siendo tan rompedora, tome como plataforma de lucimiento el catolicón y consumista día de la madre. Claro que eso es una pequeñez al lado de la denuncia de varias de las mujeres que participaron en la grabación y que se han encontrado con que sus pechos han sido censurados en el montaje final. Vaya, vaya.
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